lunes, 21 de noviembre de 2022

Rhönsperber

Desde que salió en 1935 hasta la aparición del Weihe en 1938, el DFS Rhönsperber de Hans Jacobs fue probablemente el mejor velero de competición "corriente" alemán. Y de los mejores en general. Durante ese período se hicieron monoplazas más chachis, como el Reiher, e incluso el Kranich biplaza planeaba algo más. Pero los unos eran chismes especializados y caros, y el otro era un biplaza más pesado y menos ágil. El Sperber del Rhön era, en monoplaza y en razonablemente asequible, un velero estupendo.

 

Sólo quedan al parecer 3 Rhönsperber de los más o menos 100 construidos, más una réplica. En vuelo sólo está uno de los originales en Inglaterra (con una cola de Rhönbussard que al parecer encaja sin modificaciones) y la réplica. Museo del Vuelo a Vela, Wasserkuppe, Alemania, 2019.


Jacobs partió de su anterior Rhönbussard (ratonero del Rhön) de ala alta para crear el Rhönsperber (gavilán del Rhön). En la práctica era un Rhönbussard más grande, pero había dos cambios muy importantes: por una parte más envergadura (15,2 m) y alargamiento (15,3), que le daban más rendimiento, y por otra el ala de gaviota estaba en posición media, lo que permitía al piloto ver mucho mejor.

 

El avión del museo es original pero no se sabe exactamente de cuándo ni cuál es su número de serie. Se supone que es uno de los que fabricó Schweyer en Ludwigshafen entre 1935 y 1938. Sobrevivió a la guerra y más tarde fue registrado D-6262 a partir de 1945. Estuvo volando hasta 1970. Está pintado como el prototipo de 1935.


Hacía ya tiempo que se sabía que con más envergadura se conseguían mejores prestaciones. Pero el Rhönsperber fue probablemente el primer velero de competición moderno y "barato", con una pinta no muy diferente de los actuales y que con una envergadura razonable (15,2 m) conseguía volar mucho. Sólo el Fafnir 2 de 1934 y el Minimoa de 1935 apuntaban al velero moderno de ala media, alargamiento elevado y buenas prestaciones. Pero en general eran más especializados y caros. Y hubo otros veleros en la época de ala alta, más o menos especializados, que volaban más, pero eran más grandes y caros, y empezaban a ser cosa del pasado.

 

El Museo de la Wasserkuppe en el Rhön tiene probablemente la colección de veleros históricos más impresionante del mundo. El problema es que hay tantos amontonados en el espacio disponible que es difícil hacer fotos razonables de uno cualquiera de ellos.


El Sperber era absolutamente tradicional, ortodoxo y si quieren bastante sencillo: todo en madera, alas con caja delantera en "D" hasta el larguero principal, perfil Göttingen 535 (como el Baby y como la tira de veleros de su época) y entelado en las superficies abiertas. Una cabina cerrada de muchas piezas le daba al piloto una visibilidad excelente hacia todas partes. 

 

Vean la complicadísima cabina que se quitaba de una pieza y se ponía con el piloto una vez dentro. Vean también el tubo venturi acoplado en la cabina para los primeros variómetros de energía total.


Sí, un Rhönsperber no se parece nada a un LS-4. ¿O quizá algo sí? Pienso que Jacobs realmente empezaba a entender cómo debían ser los planeadores de alto rendimiento. Es cierto que es redondeado y "antiguo". No es fino ni afilado, ni está hecho en materiales modernos, ni sobre todo vuela la pasada que vuelan los veleros actuales. Pero... su modesto planeo de 20 a unos 60 km/h y un descenso de 0,7 m/s empezaban a entrar en la modernidad. 

 

Un avión de su época: vean el perfil grueso y las formas redondas. Pero a la vez es aerodinámico y bonito.


Se lo crean o no Hans Heinemann voló con un Rhönsperber 504 km en 1935. El día debió de ser directamente la leche, otros 3 pilotos también superaron los 500. Da igual, piensen con ojos de hoy hacer esos kilómetros en un velero que vuela menos de la mitad que los actuales. Heini Dittmar, al que el futuro le reservaba experiencias todavía más increíbles, cruzó los Alpes por primera vez sin motor en uno en 1936. Y Paul Steinig alcanzó 6.200 m de altura en 1937 en otro.

 

Es curioso como los diseñadores de los 30 estaban empeñados en hacer alas con forma de gaviota, que son un auténtico follón para construir. No tiene ventajas, pero la llevaban la tira de veleros. Que por otra parte tenían una pinta impresionante.

No sé si daría una de mis vísceras redundantes por volar en uno. Quizá no. Pero mola. Ya lo creo. 

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