jueves, 2 de agosto de 2018

eSpyder

La compañía china Yuneec eligió un sencillo ultraligero de tubo y tela yanqui de los 80, el Flightstar, para certificar en Alemania el primer avión de producción eléctrico en 2014, el eSpyder. Esto era una operación con poco riesgo: no mucho más que quitar el motor de gasolina, poner uno eléctrico de 27 HP y dos baterías de polímero de litio bajo el asiento.


Sin complicaciones: un ultraligero en su mínima expresión. Vean las tomas de aire para refrigerar las baterías bajo el asiento y - supongo - el controlador del motor en la viga principal. AERO - Friedrichshafen, Alemania, 2016.
Pero... la cosa no fue bien. Crearon una nueva compañía en USA - Greenwing International - para fabricar éste avión y un motovelero biplaza también eléctrico. Aunque ambos tenían muy buena pinta y prometían mucho, la empresa se fue a hacer puñetas.


Me encantaría darme una vuelta en un cacharro de estos. Otra cosa es gastarse 40.000, que dan para muchas alternativas que vuelan bastante más.

Y bueno, el avión volaba, sí. Pero al parecer no tanto como para que la gente se gastara 40.000 pavos en dar una vuelta de media hora en un ultraligero monoplaza de los 80. Parece que el vuelo eléctrico tendrá que ofrecer más para que el personal se anime.

miércoles, 1 de agosto de 2018

Leones

Lionceau (leoncito), Lion (león) y Simba (león... de franquicia) son una familia de aviones fabricados por el constructor francés Issoire Aviation, que se deben al diseñador Philippe Moniot. Tanto en concepción como en prestaciones, me parecen de lo más moderno e interesante que ofrece la aviación ligera.

Un Lionceau en Dax (Francia), 2006. Muchos de estos aviones tienen matrículas que empiezan por F-GR ó F-GRR, como leones rugientes... 

El Issoire APM-20 Lionceau es un VLA biplaza, el primer avión certificado construido en fibra de carbono del mundo. Esto hace que sea muy ligero y que con su Rotax 912 A de 80 CV vuele mucho, rápido y lejos.

Lionceau rugiente en Issoire, donde está Issoire Aviation. Francia, 2018.

El APM-30 Lion es claramente el mismo avión con refuerzos, un motor Rotax 912 S de 100 CV y un tercer asiento en el muy amplio hueco posterior. Esto tiene mucho sentido para una variedad de tareas, especialmente para la escuela: el instructor sale con un alumno sufriendo en el asiento delantero izquierdo, y otro que va a sufrir en el asiento de atrás.

Otro Lionceau rugiente en Issoire.

Y el APM-41 Simba se mete de lleno en la categoría de las avionetas clásicas de 4 plazas. Es un desarrollo de los dos anteriores, y también pone el listón muy alto. Porque las avionetas tradicionales, como las típicas latas de sardinas yanquis, son una castaña en comparación.

Un Lion también rugiente en Issoire. Vean que por fuera es idéntico al Lionceau.

La versión APM-41 tiene un Rotax 915is de 141 CV. Con todo el combustible dentro (unos respetables 148 litros, que dan un espectacular alcance de 1.500 km con reservas, y a unos muy rápidos 240 km/h) todavía tiene una carga útil de casi 400 kg. Luego quiere decir que es de verdad cuatriplaza: puede llevar a 4 bigardos de 90 kg más sus equipajes.

El tercer asiento bajo la amplia cabina de burbuja corredera del Lion. Y una huella de zarpa para la entrada.

Piper Aircraft debería estar temblando. Su Pa-28 Warrior de hace 44 años se sigue fabricando. Teóricamente tiene 4 plazas... con un motor antediluviano de 160 CV que consume más, vuela más despacio y sólo tiene 1.000 km de autonomía. Sobre todo, si llenas de combustible sólo te quedan 280 kg de carga útil, que dan para 3 tipos y unos bombones.

Un Simba de 4 plazas que muestra el parecido de familia. Aunque sin matrícula rugiente.

Todo esto es lo que dice el fabricante, claro. Pero no debe estar lejos de la realidad. Nunca se sabe pero estos aviones parece que realmente cambian el futuro de la aviación ligera. Incluso aunque no los regalen (un Simba cuesta 230.000 pepinos pelao).