jueves, 16 de junio de 2022

Subsonex

El heredero moderno del BD-5 turbo es el Subsonex. Es un diminuto monoplaza de construcción amateur que voló en 2011, con una igualmente diminuta turbina en la cola. Pensado para las emociones fuertes. El avión puede volar a más de 400 km/h y dibujar bonitas maniobras acrobáticas en el cielo.

 


Arriba y abajo. El prototipo Subsonex en su aspecto definitivo con tren retráctil. Lo vuela en exhibición el piloto de pruebas de Sonex Aircraft, Bob Carlton. Vean la característica cola en Y (a primera vista parece en V, pero fíjense que tiene una superficie vertical móvil debajo). Todas las fotos son de Oshkosh, USA, 2019.

 

¿Por qué algo tan radical? Creo que por ese ansia yanqui de las prestaciones. Aunque por otra parte es más bien poca cosa y sencilla: apenas mide 5,5 X 5 metros (cabe en un rincón), pesa 230 kilos vacío, está hecho con plancha de aluminio remachado, escasas curvas y sencillas, y en realidad lo único algo complicado es la turbina checa PBS TJ100, que para pesar unos magros 20 kilillos da 130 kilos de empuje.

 

El Subsonex acaba de despegar. El tren principal está acabando de retraerse. La velocidad aumenta y pasa por la pista con un silbido agudo.

 

Además dicen que no es difícil de volar y está más bien al alcance de un piloto normalito. De hecho, el entrenamiento se hace en un motovelero checo TeST TST-14, propulsado por la misma turbina (¡!).  Por otro lado no lo regalan, hay que pagar de 150.000 dolores en adelante (sólo el turboreactor son 74.000), pero en el mundo aeronáutico eso no es tanto y se supone que necesitas sólo 300 horas para construirlo.

 

Metiendo "ges". Vean que la parte inferior es plana.

 

El diseñador John Monnett es conocido en el mundo de la construcción amateur. De hecho, se han hecho unos 500 de su diseño biplaza SonexSubsonex da a entender, con algo de modestia, un chisme un poco más chico. Monnett pensó que hay gente que quiere su propio jet personal ¿Para qué? Pues por el puro placer de volar algo así, porque el Subsonex más bien "no sirve para nada": no puedes llevar gente, no está pensado para viajar y desde luego hay maneras mucho más baratas y sencillas de volar.

 

La camioneta es grandota, pero el avión es pequeñito. Fíjense en el curioso tren retráctil con ruedas dobles (y mínimas).

 

Y además antes de verlo volar impresiona poco. Cuando lo ves salir remolcado tras una camioneta te da la impresión de ser un juguete, poco más que un aeromodelo. Al que se les ha olvidado instalar el motor y al final no les ha quedado más remedio que ponerlo encima del fuselaje trasero. Cuando el piloto se acerca al avión tienes razonables dudas de que pueda meterse dentro.

 

La dura vida del piloto de exhibición.

 

Las cosas cambian cuando arranca la turbina - un silbido agudo que va creciendo en intensidad, y sobre todo cuando despega. El avión pasa como una exhalación por la pista, sube muchísimo y luego comienza la exhibición acrobática. Sube, baja, derecho, invertido, pasada... el avioncito amarillo dibuja con su estela blanca figuras en el aire. Como mola.

 


Otros dos Subsonex. Arriba, N241SJ es el segundo prototipo hecho en fábrica (Sonex aircraft está en el propio Oshkosh). Abajo, N958PD es el nº 21 de serie, del director de la revista Kitplanes. Tardó 4 meses en construirlo. 

lunes, 13 de junio de 2022

Scout

La firma yanqui American Champion Aircraft todavía fabrica y vende el modelo 8GCBC Scout. Es una avioneta biplaza en tándem pensada para volar en sitios difíciles (lo que los yanquis llaman bush flying) y en general es similar en concepto a una Piper Super Cub o una Aviat Husky (todas son básicamente lo mismo). Una Scout nueva cuesta desde 300.000 dolores, o en versión tuneada y más potente (Denali) 335.000. Si empiezas a ponerle monadas, más. Más traerla de los States, pagar impuestos, etc: un congo.

Una Scout de 2004 de camping en Oshkosh. Vean el aspecto tradicional y las enormes ruedas tipo tundra. Estados Unidos, 2019.

 

¿Qué obtienes por esa pasta (que da para un piso bastante majo)? Pues poniéndonos críticos, un diseño de los 70 (esencialmente similar a su antepasado de los 60) con un motor de 180 HP, para llevar dos tipos y bastantes trastos, en el que vuelas a unos 200 km/h y en el que, eso sí, puedes entrar y salir de sitios bastante pequeños y difíciles (si sabes hacerlo). ¿Lo vale? cuestión de opiniones. 


Como en casi todos los aviones, el combustible máximo roba capacidad de carga, pero se pueden llevar muchas cosas.


La historia del chisme es curiosa y larga. Desciende más o menos de la Aeronca Champ, en concreto de un derivado bastante tuneado llamado 7GCBC Citabria que fabricó la firma heredera Champion aircraft a partir de 1964. Cuando a su vez la histórica firma Bellanca adquirió Champion, desarrolló en 1974 un modelo mejorado para competir con la Piper PA-18 Super Cub, no acrobático, pensado para ir a sitios difíciles y remotos. Bellanca produjo unas 350 Scouts antes de cerrar en 1981. Las sucesivas Champion Aircraft Company y sobre todo Amercian Champion Aircraft a partir de 1993 han fabricado de nuevo el avión, del que se han hecho en total más de 500. Mucho menos que Super Cubs o también que Huskies, pero ahí están.

 

Una Scout de 2005 en Oshkosh. USA, 2019.


Dice mucho de lo acertado del diseño que esté a punto de cumplir 50 años. Se han seguido vendiendo Scouts (con un pequeño paréntesis debido a la crisis de la aviación general a final de los 70) hasta hoy. ¿Me gustaría una? Claro. Puede que no nueva, ni siendo realistas tampoco de segunda mano (valen mucho). Pero creo que me gustan más que la competencia. Y me daría una vuelta en cualquiera de ellas.