Jacques Humbert voló su Tétras (urogallo) por primera vez en 1992, y sigue en producción. Es por tanto uno de los ultraligeros modernos tipo avioneta más veteranos que todavía puede comprarse nuevo.
Remolcando un Centrair Pegase. Las pruebas quee hicieron en St Auban establecieron que como remoclador mejoraba la clásica Rallye. Valence, Francia, 2018.
|
Nada nuevo bajo el sol: como muchos otros reinventa la fórmula de la Piper Cub, con algunas soluciones modernas. El fuselaje tiene la habitual estructura de tubo de acero soldado cubierta de tela, pero las alas tienen armazón de aluminio y costillas de plástico alveolar. Y como se pueden imaginar, lleva un Rotax 912.
Tras el remolque descendiendo para aterrizar. Vean los flaps completamente sacados y la cuerda de remolque.
|
A diferencia de otros aviones similares, no ha dado el salto a VLA ó LSA. Es decir, sigue siendo un ultraligero ULM en todas sus versiones. Las actuales son la B/BP, la más sencilla y con alas largas, la CS con alas cortas, la CSL con ruedas carenadas y la CTS con tren triciclo.
Corta final.
|
Un par de curiosidades: resulta que hay versiones militares (¡!): los franceses les han "donado" unos poquitos a las fuerzas áereas de Burkina Faso, Camerún, Guinea, Mali y Nigeria. Debe ser un avión robusto para operar en esos sitios.
Un Tétras sin matrícula (¡!) en Constanza. Alemania, 2018.
|
Y la otra es que hay una versión remolcadora de veleros, convertida a partir del Tétras CSL. Se le pone un gancho en la cola, se refuerza el fuselaje (al parecer los "tirones" de un velero fatigan el material), un retrovisor y una suelta en la cabina. Además, el sistema de refrigeración está mejorado (como en las versiones militares africanas). Está limitado a veleros de 700 kg, lo que no está nada mal, pero no puede con los grandes biplazas cargados de agua.
Me parece un avión de lo más chulo y tiene buena fama. Será cuestión de hacer un par de secuestros y cobrar los 75.000 mortadelos o más que cuesta uno.
No hay comentarios:
Publicar un comentario