viernes, 14 de diciembre de 2018

Leopard Moth

Del de Havilland DH85 Leopard Moth y su predecesor DH 80 Puss Moth me gustan muchas cosas, y una de las que más, que las alas se pliegan hacia atrás quedando recogidas paralelas al fuselaje. Esto hace que ocupen muy poco en un hangar, lo que siempre viene bien.

Con las alas plegadas tiene pinta de polilla y de ahí el nombre de la serie de aviones ligeros de Havilland (moth = polilla). En el histórico campo de vuelo de Duxford, Inglaterra, 2018.

Las dos son avionetas triplazas (piloto delante solo, dos pasajeros detrás en un asiento corrido) pensadas para la gente guapa inglesa de finales de los 20 y principios de los 30. Esos que tenían mucha pasta y hacían cosas raras, que salen ahora en las series. Por ejemplo, Alex Henshaw tuvo una.

Quedan sólo un puñao de Leopard Moth en vuelo. G-ACMN se vendió a su primer dueño en 1934 y le ha pasado de todo: estuvo trabajando como taxi aéreo antes de la guerra, con los militares durante, volvió con los fabricantes en la posguerra y luego con varios dueños hasta la actualidad. 

Pero además eran aviones muy buenos, que volaban rápido (casi 200 km/h de crucero) a distancias considerables (más de 1.000 km) con un modesto motor de Havilland Gipsy Major de 4 cilindros y 130 HP. La Puss Moth tenía el fuselaje de tubo de acero, y curiosamente la Leopard Moth volvió al contrachapado, para más ligereza y velocidad.

Un motor Gipsy Major con cortes para verle las tripas. Era un desarrollo del Gipsy pensado para tener los cilindros hacia abajo, esto permitía ver mucho mejor por encima del capó. Se utilizó en la tira de aviones ligeros británicos durante décadas. Tenía más de 6 litros para los 130 HP (!).

El propio Geoffrey de Havilland ganó las carreras de la Copa del Rey en 1933 con el prototipo, a 224 km/h de media. Muestra hasta que punto habían evolucionado las avionetas de los años 30. No es mucho menos que los aviones actuales.


También me gusta un detalle elegante: los carenados de los amortiguadores del tren se podían girar para actuar como aerofrenos, disminuyendo el planeo hasta 9:1 y permitiendo entrar más vertical en campos pequeños.

En las ruedas, la D y la H (de Havilland). En el carenado del amortiguador que sirve como aerofreno, el nombre.

Como muchos aviones deportivos de Havilland de la época, tiene nombre de polilla- moth (!), a las que al parecer era aficionado el Sr. de Havilland.

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