sábado, 15 de diciembre de 2018

Falcon

La primera vez que vi un Falcon me pareció originalísimo. Ya solo por ser un diseño canard llama la atención: el estabilizador está delante y el motor detrás, con la hélice empujando. Debido a esto, en vuelo resulta un poco desconcertante, parece que vuela hacia atrás. Los timones están en los extremos del ala (en algunas versiones, en la parte inferior). Además, las superficies de vuelo están recubiertas de plástico transparente, con lo que parece un aeromodelo grande.

La versión biplaza en tándem. Más grande y pesada, llevaba un rotax 503. Fíjense en la sombra de las alas, son casi transparentes. Alcazarén (Valladolid), 1990.

Este ultraligero yanqui voló por primera vez en 1983, en los inicios del deporte. La versión monoplaza por aquel entonces no necesitaba en USA registro ni licencia, simplemente ponías en marcha el Rotax 277 (con unos tremendos 27 HP) y salías a volar... No era especialmente rápido pero sí muy divertido y además no puede entrar en pérdida.

La versión monoplaza. En comparación con un Tango, el ULM "estándar" de aquel momento, parecían ciencia-ficción. Sin embargo en España no tuvieron éxito.
Pocas semanas después de tomar esta foto, el piloto que lo volaba se estrelló y se mató debido a un fallo estructural de las alas. Desde entonces, todos los aviones de ese campo llevan paracaídas balístico.

Tuvo mucho éxito, se hicieron al parecer unos 2.000. Pero la compañía original, American Aerolights, cerró en 1994. Desde entonces otras compañías han intentado resucitar el diseño, pero no parece que hagan muchos.

Un Falcon monoplaza argentino (¡!) compitiendo en el Campeonato de España de Ultraligeros. Matilla (Valladolid), 1992.

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