domingo, 22 de diciembre de 2019

Short Belfast

Aunque no es el transporte militar más grande de su época (ése es el yanqui Douglas Cargomaster), el Short Belfast es un avión muy grande: mide casi 50 m de envergadura, pesa vacío 57 toneladas, podía despegar con 104 y tenía 4 turbohélices Rolls-Royce Tyne de 5.730 HP cada uno. Dentro de la enorme bodega de 25 X 5 X 4 metros podía llevar hasta 35 toneladas: por ejemplo, un carro de combate, o 3 transportes blindados, o un par de helicópteros Westland Wessex (¡!), o un par de misiles atómicos Polaris...

En su momento el Belfast era el avión más grande que había volado en la RAF. Así que les pusieron en 1970 a los 10 aviones nombres de gigantes mitológicos: Sansón, Goliat, Pallas, Héctor, Atlas, Heracles, Teseo, Espartacus, Ajax y Enceladus. RAF Museum, Cosford, Inglaterra, 2018.

Los británicos en los años 50 todavía tenían pretensiones imperiales/coloniales, y por tanto necesitaban un avión de transporte estratégico, mucho más capaz que sus limitados Blackburn Beverley (con motores de pistón) y Armstrong Whitworth Argosy (más moderno, pero no suficiente).

Enceladus (que según parece nació de la sangre de Urano cuando fue castrado, y que perdió la guerra frente a los dioses) fue el último Belfast fabricado en 1967 y voló por todo el mundo. En 1976 fue retirado con más de 9.000 horas de vuelo. En 1978 se llevó en vuelo hasta el museo de la RAF, viaje que hizo con los flaps abajo porque fallaron al despegar (¡!).

La empresa Short Brothers, de Belfast (Irlanda del Norte) al principio pensaba ofrecer un derivado del transporte civil Bristol Britannia. Con el tiempo el diseño fue completamente revisado para ajustarse a lo que quería la Royal Air Force (RAF) y el avión pasó a ser muy diferente. Se firmó un contrato por 10 aviones en 1960, pero el primero no voló hasta 1964 y empezó a servir en la RAF en 1966

La bodega de carga: el Land Rover da una idea del tamaño. Como curiosidad, este avión trajo parte del único Supermarine Stranraer que queda desde Canada al Museo de la RAF. 

El avión tuvo algunos problemas iniciales: la aerodinámica de la cola no estaba bien resuelta y era más lento de lo previsto (de ahí el nombre no oficial Bel-slow, en lugar de Bel-fast). Pero éste y otros problemas se solucionaron. Con las mejoras aerdinámicas la velocidad de crucero aumentó de 480 a 540 km/h (¡!). La RAF pudo llevar soldaditos y armas a todo tipo de fregaos por el mundo.

El Belfast era un avión con importantes desarrollos tecnológicos: por citar dos, el tren especial de 18 ruedas estaba pensado para pistas no preparadas. Y fue el primer avión militar equipado con un sistema de aterrizaje completamente automático.

Servicios que duraron poco... Aunque la intención de la RAF era comprar más aviones (hasta 30) y Short hizo un enorme esfuerzo por vender el aparato en el mercado civil, no se fabricaron más. El avión era muy caro para empezar, los británicos estaban perdiendo sus colonias en los 60, y la RAF adquirió Lockheed Hercules yanquis, algo más pequeños pero más adaptados a sus nuevas necesidades. Los Belfast se retiraron en 1976.

En la actualidad hay reactores tanto civiles como militares mucho más grandes, pero piensen que este avión se diseñó a finales de los 50.

Algunos de ellos pasaron a manos civiles, y aquí viene una de las grandes ironías/cagadas aeronáuticas a las que nos tienen acostumbrados los británicos: cuando se metieron en la estúpida guerra de las Malvinas en 1982, la RAF tuvo que contratar los Belfast civiles para llevar lo que los Hercules no podían llevar. Y esto pasó de nuevo en la primera Guerra del Golfo. Algunos aseguran que a un coste mucho mayor que lo que hubiera supuesto mantener en activo a los Belfast.

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