Supermarine y el propio Reginald
Mitchell desarrollaron la fórmula del hidrocanoa
biplano durante años. El último que consiguieron colar a la Royal Air Force
fue el Stranraer (por
una pequeña ciudad de Escocia), que era un Southampton
mejorado y más potente. El primero voló en 1934.
Sólo queda un Stranraer
completo. Es uno de los que se construyeron en Canadá. Sus motores
originales Bristol Pegasus de 920 CV fueron reemplazados en la posguerra por
motores yanquis Wright de 1200 CV. Al parecer esto mejoraba mucho el avión. Si
es que no hay nada como ir sobrao de caballos. Museo de la RAF, Londres, 1993.
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El chisme ya era un anacronismo. La era de los biplanos entelados y arriostrados por cables estaba
terminando. Aunque estuvieran ya pasados de moda, el caso es que el avión mola cantidad. La aviación
estaba cambiando drásticamente en los años 30. Los monoplanos metálicos acabarían por dominar todo: el hidroavión Catalina yanqui voló al año siguiente,
y la propia Supermarine iba a tener en el aire el famoso Spitfire sólo dos años después.
Veinticinco años después el Stranraer sigue exactamente en el mismo
sitio, sólo le han colocado un coche de época bajo un plano. Londres, 2018.
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El Stranraer además no resultó tan bueno como el
Southampton. Las tripulaciones no le tenían mucho cariño, el avión recibió la
tira de apodos más o menos
despectivos. El que más me gusta es "cagadero silbante" (whistling
shithouse). El agujero daba directamente al aire, y al levantar la tapa en
vuelo hacía un ruido fenomenal. Aparte de ventilarte sin piedad los bajos,
supongo.
Sólo se hicieron 17 para los
británicos, y 40 para los canadienses. Los británicos recibieron los suyos a
partir de 1937, pero fueron retirados en 1941. Los canadienses sin embargo
estuvieron volando toda la guerra y algunos fueron vendidos después para uso
civil, donde operaron hasta los años 50.
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