viernes, 25 de septiembre de 2020

Cargomaster

Para el aficionado moderno, el Douglas C-133 Cargomaster (maestro de carga) parece un antepasado mayor del Hércules. La pinta es parecida, un transporte de ala y cola altas, con alas rectas y cuatro turbohélices, pero mucho más grande y pesado: podía llevar cargas de más de 50 toneladas (¡!) y de casi 30 metros de largo. De hecho se pensó para llevar misiles nucleares (¡!) como los Atlas, Titan y Minuteman.

El Museo de la US Air Force conserva este Cargomaster que batió un récord al subir a 10.000 pies con una carga de 53 toneladas en 1958. Dayton, Estados Unidos, 2019.


Pero no es así, el Cargomaster es ligeramente posterior (primer vuelo en 1956) y pensado para una tarea diferente: el transporte estratégico (casi todo tipo de cosas a muy larga distancia) y no el táctico (cosas más pequeñas a corta y media distancia). En realidad el Cargomaster vino a sustituir al Douglas C-124 Globemaster II llevando artículos bélicos para los yanquis por todo el mundo.

 

Los 4 turbohélices de 7.500 HP eran de lo más potente en su tiempo. Giraban siempre a la misma velocidad, para modificar el empuje sólo se cambiaba el paso de la hélice.


No sólo llevaba misiles. El lema no oficial era "si cabe, se puede llevar", y eso incluía un Chinook, cinco Huey (no me digan cómo, pero caben) o un Phantom II, todo ello para la guerra de Vietnam. O por poner otros ejemplos, una hélice de repuesto para un portaviones o un motor diésel para un submarino...


El fuselaje era un largo cilindro totalmente limpio por dentro. Tanto el ala como la cola y el tren de aterrizaje estaban expresamente puestos por fuera para conseguir el espacio diáfano. Además de una gran compuerta a cola tenía una puerta lateral.


Resulta curioso que sólo se hicieran 50 porque la demanda de transporte era muy grande, los aviones no pararon de volar desde su introducción hasta su retirada en 1971. Muchos superaron su vida prevista inicial (10.000 horas). Al final algunos llevaban fajas metálicas que abrazaban el fuselaje para paliar la fatiga de materiales (¡!).


El avión era enorme: medía 47 metros de largo y 55 de envergadura, con un peso maximo al despegue de casi 130 toneladas. Comparen con el Phantom II (que cabía dentro desmontado).


La fama del avión no era buena. Se perdieron 10, de los cuales 9 en accidentes. Pequeños detalles aparte, los yanquis tuvieron un peazo de transporte global hasta que introdujeron el mucho más grande y moderno Galaxy en 1971.

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