Alberto Santos - Dumont fue un ricachón brasileño que a finales del siglo XIX descubrió que se vivía mejor en París con el dinero que le había dejado su padre, una fortuna del café. Pronto le dio por los coches, pero en 1898 empezó con una serie de dirigibles que fue perfeccionando con los años, y que le hicieron bastante famoso.
En el Museo do Ar de Sintra tienen una fabulosa réplica del 14 bis, que dicen que está en estado de vuelo (¡!). Portugal, 2017.
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París era sin duda el lugar adecuado para el siguiente paso: a principios del siglo XX había un enorme interés por volar. Sin saber que los Wright ya lo habían conseguido en 1903, Santos - Dumont logró volar en 1906 con su modelo 14 bis, el primer avión en hacerlo en Europa, y además el primero del mundo en despegar por sus propios medios. Por aquel entonces los Wright ya habían hecho vuelos de más de media hora.
No me digan que no tiene una pinta rarísima (están viendo la parte posterior, no la anterior). Las cometas-caja fueron sin embargo buena elección: estructuralmente eran ligeras y resistentes. Además ya se sabía que proporcionaban más sustentación con las superficies curvas, pero el Flyer de los Wright estaba claramente más evolucionado. |
Pero no quita, fue una hazaña, ya que entre otras cosas no tenía experiencia previa (a diferencia de los Wright, que habían entrenado con sus planeadores). Y lo de 14 bis era porque lo empezó a probar colgado de su dirigible nº 14 (¡!).
Fue impresionante, sí, pero hay que tener claro que el 14 bis era un trasto: los planos eran cometas-caja de Hargrave, literalmente, con sus paredes también enteladas. Además era canard (es decir, vuela con la cola por delante, curiosamente, igual que el Wright Flyer). Todo ello le daba un aspecto característico. El primer motor no daba potencia suficiente y le tuvo que poner un potente Antoinette V8 de 50 HP para que aquella cosa despegara y volara. Más o menos.
Vean la primitiva hélice de paletas de metal que accionaba el entonces modernísimo Antoinette V8. La estructura era de madera y bambú y todo el avión estaba entelado en seda japonesa.
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Tras volar en unas pocas ocasiones y conseguir ganar un premio de 1.000 francos (un pastón) por un vuelo de más de 100 metros, el propio Santos-Dumont se dio cuenta de que aquel chisme no tenía futuro. Pronto desarrolló un avión mucho más capaz, el Demoiselle. Pero como era el primero (que supieran, claro), lo hizo delante de un montón de gente, y encima con observadores oficiales del Aéro-Club de France, aquello quedó para la posteridad.
Me parece muy divertido que todavía hoy hay gente que discute que el primer vuelo en avión fue el de Santos-Dumont (no el de los Wright). En Brasil - cómo no - lo tienen muy claro. Vean los argumentos de un brasileño y de un yanqui. También me hace gracia que hay la tira de cosas llamadas Santos-Dumont: sólo en Brasil una ciudad, dos aeropuertos, una autopista, una universidad y probablemente miles de calles... además de un cráter en la luna (¡!).
Y para terminar, a Alberto Santos-Dumont le debemos otro invento: el reloj de pulsera. D. Alberto era amigo de Louis Cartier, y le comentó que mientras volaba era un incordio tener que sacar el reloj del bolsillo, ya que lo normal era tener las manos ocupadas. Que si podía hacer algo para consultar más fácilmente la hora. Cartier le hizo un reloj pequeño y plano con una pulsera de cuero para llevar en la muñeca. Que siguen haciendo, pero que vale como un avión...
Como era de esperar Brasil tiene sellos que conmemoran al pionero. |
Y para terminar, a Alberto Santos-Dumont le debemos otro invento: el reloj de pulsera. D. Alberto era amigo de Louis Cartier, y le comentó que mientras volaba era un incordio tener que sacar el reloj del bolsillo, ya que lo normal era tener las manos ocupadas. Que si podía hacer algo para consultar más fácilmente la hora. Cartier le hizo un reloj pequeño y plano con una pulsera de cuero para llevar en la muñeca. Que siguen haciendo, pero que vale como un avión...
Je suis fier d'être Brésilien et d'avoir Santos Dumont le patron de l'aviation mondiale. Je n'ai trouvé aucun inventeur français avant 1906.
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