Lo habían logrado, pero quedaba mucho. Los hermanos Wright se pusieron inmediatamente a construir un nuevo avión, el Flyer II a comienzos de 1904. Era fundamentalmente igual que el Flyer, con alguna mejora. Empezaron a volar en Dayton (donde vivían), en un pasto de vacas que hoy es monumento nacional para los yanquis. Esto les ahorraba llevar el avión a más de mil kilómetros hasta Carolina del Norte, donde habían probado sus planeadores y había volado el Flyer.
Este Flyer IV es una replica, pero tiene algunos elementos auténticos del primer avión que voló en Italia (depósito, hélices, y el motor que aparentemente funciona (¡!). Me gusta que representen al mecánico Taylor, en lugar de a los Wright. El avión original era un Flyer IV comprado por 50.000 francos en Francia, construido con licencia. Museo Storico de Vigna del Valle, Italia, 2008. |
Con el Flyer II hicieron algo más de 100 vuelos. Como no tenían los vientos costeros de Carolina, y todavía despegaban desde un raíl con plataforma, construyeron una catapulta que les ayudaba a lanzar el avión independientemente del viento. Consiguieron el primer giro de 360º y un par de vuelos de más de 5 minutos. La cosa iba bien, pero había que progresar.
Una réplica de un Model A en el Technik Museum, Espira, Alemania, 2019. |
El Flyer III de 1905 fue realmente el primer diseño práctico de los Wright. Especialmente a partir de que Orville se estrellara en junio (salió indemne). Los hermanos se plantearon que había que hacer cambios radicales: tanto elevador como timones casi se doblaron en superficie y se separaron al doble de distancia del fuselaje. Las alas se modificaron para tener algo de diedro. Llevaba un motor mejorado más potente. Y por fin introdujeron mandos separados para cada superficie. Con estos cambios, el avión pasó de ser una bestezuela ingobernable a tener una razonable fiabilidad y a no estrellarse cada pocos vuelos. En octubre consiguieron un vuelo de 39,5 minutos y 38 kilómetros de distancia. A los pocos días escribieron al Ministerio de la Guerra, ofreciéndoles el nuevo avión.
Los Wright se pasaron a continuación más de dos años sin volar (¡!). Se estaban preparando para hacerse ricos: iniciaron un período de medida oscuridad para que no les robaran sus ideas y a intentar asegurar contratos. Construyeron sin volarlos unos siete Flyer IV (que después se llamarían Wright Model A), el primer avión en fabricarse - más o menos - en serie. Eran muy parecidos al Flyer III modificado, pero por fin podían llevar pasajero (la primera vez), y ya no se pilotaba tumbado. El avión tenía dos asientos al aire en el borde de ataque del ala inferior.
Aunque es muy parecido al primer Flyer, las superficies de mando son claramente más grandes y están más separadas de las alas. |
Los nuevos aviones tenían además un motor más potente de 35 HP y diferentes sistemas de mando, según el hermano que los volaba (¡!). Con estos aviones comenzaron a hacer demostraciones en 1908 y 1909 ante posibles compradores. De hecho, vendieron la licencia de producción a varias firmas europeas. Una alemana hizo nada menos que 50 ejemplares.
Wilbur voló un Model A en Nueva York en 1909, rodeando la estatua de la libertad frente a una multitud entusiasmada. Llevaba una canoa bajo un plano por si se iba al agua (¡!). |
Tengan en cuenta que las cosas ya habían empezado a moverse: Santos Dumont había conseguido "volar" su avión en 1906. Y para 1909 tanto en USA como en Europa ya volaban de manera más o menos fiable otros aviones.
En el Museo del Aire y del Espacio tienen una réplica de un Model A, incluyendo el baúl con piezas de repuesto. Centro Udvar-Hazy, Washington, USA, 2015. |
Además de los vuelos de demostración en Europa y USA, hubo un paso realmente significativo: Orville voló en 1908 un Model A para los militares yanquis. Aunque en uno de los vuelos se estrelló y su pasajero se mató (el primer muerto de la aviación), el ejército vio que aquello tenía potencial. Al año siguiente los Wright construyeron el Military Flyer, un Model A modificado (para que volara más rápido) y consiguieron el primer contrato militar de la historia de la aviación, por 30.000 dolores de la época (¡850.000 actuales!).
Todo iba bien... o no. Porque entre la guerra de patentes, que algo bueno tuvo, porque llevó a inventar los alerones, y la disputa por ser los primeros en volar, los Wright se metieron en un largo período de líos y pleitos. En la época del Model A, eran los reyes del mambo absolutos. Y todavía iban a progresar con el Model B. Pero la aviación estaba experimentando una transformación gigantesca y pronto aparecieron mejores aviones de la competencia.
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