viernes, 22 de febrero de 2019

Hungaro Copter

Hungría, además de tener un idioma complicadísimo, resulta que también hace máquinas que vuelan. Este curioso helicóptero ultraligero diseñado por el Sr. Zoltán Juhász (al parecer hay muchos Zoltán allí) es más sofisticado de lo que parece.

Dos Hungaro Copter en la feria AERO. En primer plano con armazón amarillo el HC - 01, y en segundo todo negro el HC - 02. Friedrichshafen, Alemania, 2017.

Se trata de un helicóptero monoplaza convencional (un rotor principal, un rotor antipar) montado en una estructura de tubo de acero. El motor es un Subaru boxer de coche con 135-160 HP. El rotor es invención suya y está hecho entero en fibra de carbono, epoxy y aramida.

Aunque pueda parecer crudo y sencillo, un helicóptero es siempre muy complicado.

Tiene un sistema de sobrepotencia y emergencia de unos 30 HP durante 3-4 segundos, con un motor eléctrico y una batería, de tal manera que puede tanto suplementar al motor de gasolina como actuar de reserva, caso de que se pare: disminuye la velocidad de descenso en autorotación y te da por tanto más opciones para aterrizar. Sólo pesa 12 kilos. Esta idea me parece muy interesante. No sé a quién se le ocurriría (hay otros helicópteros ligeros que tienen sistemas así), pero si me diera por un trasto de estos, preferiría llevarlo.

El HC - 02 lleva el motor eléctrico a la salida de la transmisión hacia el rotor de cola. Se alcanza a ver el bobinado de cobre.

Otra característica curiosa es que es de construcción amateur: ellos te venden subconjuntos para que los montes tú, en función de las necesidades. Si los compras todos, la cosa se pone en unos 80.000 machacantes, más unas 300 horas de trabajo. Es curioso que el motor es de lo más baratito (sólo 3.900, aparentemente es de segunda mano), frente a cosas como el sistema eléctrico de emergencia (12.000), las dos cajas de transmisión a los rotores (7.000 + 7.000) o el rotor principal (7.240).

De nuevo al año siguiente en la feria AERO.

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