miércoles, 16 de agosto de 2017

Hanriot 1910

René Hanriot era un pirao de la velocidad que se dedicaba a principios del siglo XX a competir en coches de carreras (Darracq, Benz, Clément-Bayard...) y también a construir y pilotar lanchas motoras. En los inicios de la aviación en Francia, encargó en 1908 un monoplano Antoinette. En 1909 y todavía sin avión, monsieur Hanriot se impacienta y decide fabricar sus propios aviones, fundando la Société des monoplans Hanriot, con un capital de 500.000 francos.

El Hanriot de 1910 parece una curiosa mezcla de Antoinette y Blériot. Estados Unidos, 2015.

La cosa fue bien. El Hanriot inicial, que expuso en el primer Salon de l'Aéronautique de París, voló ese mismo año. Para 1910 la compañía se había hecho un nombre en las competiciones y reuniones de aviación de toda Europa. Con la ayuda del ingeniero Eugene Ruchonnet y probando nuevos motores, los sucesivos diseños mejoraron.

Elevador y timón con sus mandos y cables. Las características "ondas" del borde de fuga se deben a que el entelado encogía con el barniz.

Les muestro una réplica hecha en 1974 de un Hanriot de 1910, que vuela en la fabulosa colección de Old Rhinebeck. Vamos a situarnos: Louis Blériot había cruzado el Canal de la Mancha el año anterior. Especialmente en Europa había una fiebre de la aviación tremenda. Pero estamos todavía en la época de los pioneros y los aviones son... primitivos.

Ale, monten en el avión y a volar. ¿Ven como siempre entran por el lado izquierdo?

El avión está hecho de madera (fresno, abeto) con algunas piezas metálicas y entelado en algodón. El fuselaje es como una piragua, porque era una manera conocida de hacer una estructura ligera y fuerte. Las alas tienen un perfil fuertemente curvado, están sujetas por la tira de cables y no llevan alerones. Los planos de cola son... raros.

La réplica tiene un motor Franklin moderno, es un decir, pero se arranca a mano. Fíjense en que el piloto va literalmente al aire, como si fuera remando en un kayak.

El piloto va casi completamente al aire. En la cabina hay dos palancas. La de la derecha manda el elevador (alante-atrás), y tiene una pera de goma para bombear gasolina al motor, del depósito que tiene delante (y con el que no ve ni torta). La de la izquierda deforma las alas (izquierda-derecha), para conseguir el mando de alabeo. En los pies tiene una barra para accionar el timón.

Un segundo antes de volar, el Hanriot tiene la cola arriba y el piloto está haciendo lo que puede. El avión vuela, sí, pero sólo saltos rectos los días buenos.

El motor original era un ENV de 8 cilindros en V y 35 HP que no tenía control de gases. Luego se volaba siempre con la potencia máxima (que daba para poco). Para quitar motor se cortaba el encendido. Y a mover los mandos con todas tus manos y pies para aterrizar en la hierba. Como mola.

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