jueves, 10 de agosto de 2017

Ménestrel

En la France han tenido desde los inicios de la aviación una gran tradición de construcción amateur. Los más conocidos son Jodel, pero hay otros muchos aviones muy interesantes. Entre ellos, la saga de Henri Nicollier, que empieza con el primer HN 433 Ménestrel (Trovador) en 1962.

Un Ménestrel II en Luchon. No sé si las puntas alares mejoran mucho la aerodinámica (lo dudo), pero creo que lo afean un poco: quedaría mucho mejor con el ala plana original. Francia, 2012.

Éste era monoplaza de madera con un planteamiento similar a una Jodel Bébé, pero si quieren más estilizado, con más pinta de caza. Especialmente por las alas, que dan el pego de elípticas, aunque no lo son. Se hicieron unos pocos y esto llevó al diseño de nuevos aviones, incluidas versiones mejoradas del Trovador.

Este Menéstrel lleva un Limbach 2000 de 80 CV. Otros constructores les han puesto Rotax o incluso conversiones de Subaru de coche. El tren se suele carenar, el avión queda más mono y consigue más velocidad.

El Ménestrel más bonito (y el que yo me haría) es la versión biplaza HN 700 Ménestrel II. Voló por primera vez en 1989 y me parece un cacharro encantador, del que se han hecho unos 70 por toda Europa. Tiene, cómo no, sus foros de constructores aficionados (francés o inglés) y varias páginas personales de gente que los ha hecho (como ésta o ésta).

Como siempre, tras reunir la pasta, encontrar el sitio adecuado, y el tiempo (unos miles de horas de ná), finalmente tienes una belleza de avión para pasearte por ahí. Soñar es gratis.

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