viernes, 2 de noviembre de 2018

Schulgleiter (segunda parte)


El desarrollo de los primarios

Los primarios son posiblemente los planeadores más fabricados de la historia, o casi. No se sabe en realidad cuántos se han hecho. Sólo la industria bélica nazi hizo más de 10.000 SG-38 (curiosamente, la mayor parte fuera de Alemania en países ocupados). Si se tiene en cuenta los predecesores, más los que se fabricaron en otros países, más los que se hicieron a partir de planos, y después de la guerra, son probablemente muchos más.

Cronología del desarrollo de planeadores primarios

El SG-38 es en realidad el desarrollo final, muy pensado y mejorado, de toda una saga de planeadores. Aunque hubo diseños previos más o menos pensados para la escuela, como el Messerschmitt S-10, el primer primario es de 1923, y se debe a un original ingeniero llamado Alexander Lippisch: el famoso Djävlar Anamma o Hols der Teufel ("que el diablo lo lleve", expresión favorita de los obreros suecos que lo construyeron, que dio lugar -traducida al alemán- al nombre del avión).


Un SG-38 fuselado de posguerra llamado "Türkenlouis", por Luis Guillermo de Baden Baden, apodado Luis el Turco. Voló muy poco de 1951 a 1954, cuando el Club empezó a usar biplazas. Deutsches Museum Flugwerft Schleissheim. Alemania, 2016.

Este avión fue importantísimo porque introdujo la idea básica: un "fuselaje" hecho de largueros de madera sin recubrimiento, un ala rectangular, unos planos de cola sencillos, una maraña de cables de acero y ya está. Medía apenas 11 metros de envergadura y 5,5 de largo, pesaba unos 100 kilos, y se podía desmontar con relativa facilidad, ocupando poquísimo. El triángulo principal encerraba el asiento del piloto. El larguero anterior rápidamente fue conocido como "revienta cráneos", ya que no era raro que el alumno se diera en la cabezota al aterrizar.


El Slingsby Grasshopper (saltamontes) era una copia británica del SG-38. Museo de la Royal Air Force, Londres, 2016.

En los años siguientes varios diseñadores copiaron más o menos directamente el Hols der Teufel, dando lugar a una variada colección de primarios. Pero como el deporte se estaba convirtiendo en un movimiento realmente sin precedentes, los alemanes se dieron cuenta que aquello necesitaba algún tipo de organización. Oscar Ursinus, el ingeniero que había dado lugar al nacimiento del deporte en 1920, se había convertido en el director del tinglado, llamado Rhön - Rositten - Gesellschaft (RRG: Sociedad Rhön Rositten, por los lugares iniciales de desarrollo del vuelo sin motor).

Entelando el ala de un SG-38. Feria AERO, Friedrichshafen. Alemania, 2017.

Se trataba no sólo de crear un nuevo primario, sino de definir el esquema de entrenamiento necesario. Lippisch creó el Zögling en 1926, una mejora considerable que entre otras cosas ponía el piloto por delante del larguero del triángulo principal. De nuevo, todo el mundo fusiló más o menos directamente el avión. Uno de los primeros planeadores en volar un Huesca en 1933 o 1934 fue un Anfänger, un desarrollo del Zögling.

El SG-38 del Museu do Ar 23 años después, en su nueva casa de Sintra. Portugal, 2017.

Los nazis vieron en todo esto una tremenda oportunidad. A partir de 1933 toda la organización pasó a ser la Deutscher Luftsport Verband (Asociación Alemana de Deportes Aéreos) y se planteó el entrenamiento básico de miles de pilotos, futuros miembros de la Luftwaffe. De nuevo se hizo un esfuerzo para racionalizar el diseño: controles mejorados, asiento más seguro, tren amortiguado y otros detalles. El Schulgleiter SG 38 de 1938 (o puede que en realidad las siglas correspondieran al diseñador Edmund Schneider y a la ciudad de Grunau) se convertiría en el estándar a partir de entonces.
 
Este SG38 llamado "Gita" está en el museo de Altenrhein. Suiza, 2018.


El equipo básico era un instructor y 12 alumnos o más. Todo el entrenamiento era con el alumno solo en el avión, el instructor le daba órdenes con una bocina desde tierra. Empezaban por accionar los mandos en el suelo con el avión enfrentado al viento de la ladera. Luego seguían los primeros vuelos rectos ladera abajo. Para ello se anclaba el avión al suelo por la cola, mientras que en el morro se enganchaba una cuerda elástica de remolque en forma de V.




En la fabulosa colección Shuttleworth tienen un Elliots of Newbury (EoN) Primary en vuelo, otra copia británica del SG38. El despegue es remolcado por avioneta. Tras evolucionar dócilmente y muy despacito por el aire, el avión aterriza en pocos metros. Old Warden, Inglaterra, 2018.

Cada rama de la cuerda se tensaba a una señal por media docena o más alumnos, que corrían ladera abajo. Al alcanzar la máxima tensión, se liberaba el primario, que salía disparado. Tras unos pocos segundos de vuelo el alumno aterrizaba valle abajo. Todo el equipo subía a cuestas el primario ladera arriba, y vuelta a empezar. A medida que se ganaba experiencia se podían hacer algunos giros en el descenso.

El Norfolk & Suffolk Aviation Museum tiene otro EoN Primary. Inglaterra, 2018.

Todo esto en un modo de vida prácticamente militar, con rigurosas normas de disciplina, algunas clases teóricas y muchos cantos patrióticos.

¿Una buena idea?

Parece que no. Desde mediados los años 20 hasta incluso los 60 en algunos sitios (como en España) el aprendizaje inicial se hizo en primarios. Esto era lento, frustrante y en ocasiones francamente peligroso. Tanto los accidentes como las reparaciones, aunque en muchas ocasiones leves, eran frecuentes. Seguramente hubiera sido mucho mejor idea introducir los entrenadores biplaza desde el principio.



Y finalmente, el Midland Air Museum también tiene un Slingsby Grasshopper. Inglaterra, 2018.

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