viernes, 9 de diciembre de 2016

El canario es un peligro amarillo

(Actualizado en abril de 2025)

En un país tradicionalmente capitalista como los Estados Unidos, que el Estado tenga medios de producción debe ser un pecado de los gordos. Pero esto es precisamente lo que ocurrió con la Naval Aircraft Factory (NAF) de 1917 a 1945. Las compañías de aviación de 1917 no tenían interés en vender unos pocos aviones a la Marina, prefiriendo el Ejército, que compraba muchos más. Ante esta situación, la Marina decidió construir su propia fábrica de aviones.


Arriba y abajo. Un Canario pintado de amarillo ídem en el Museo del Aire y del Espacio en el Centro Udvar-Hazy, Washington, 2015. Esta es la versión que más mola. Sobrevive al menos uno de la versión hidro en vuelo. Pero qué bonito. Biplano, motor radial al aire y acuático. Coeficiente molón de noventa y muchos. 

Las compañías de aviación se quejaron al Congreso, claro. La actividad productora de la NAF se redujo a prácticamente nada después de la Primera Guerra Mundial. Pero en 1934 las cosas cambiaron: las políticas de rearme de los años 30 dictaban construir nuevos barcos y rearmar la aviación naval. En la NAF se empezaron a construir un montón de aviones, entre ellos casi 1.000 N3NCanary (canario).

Aunque la mayor parte de los N3N terrestres se vendieron en el mercado civil tras la guerra, donde pasaron sobre todo a ser fumigadores, la Marina Yanqui retuvo los entrenadores con flotador hasta ¡1961! Los Phantom II habían entrado en servicio en 1960...

Con el Canary, la marina quería un entrenador básico biplano, lo más robusto y sencillo posible. El diseñador fue un ingeniero llamado Lloyd Stearman que es también el diseñador del famoso Stearman 75, un avión aunque no lo parezca muy diferente.


Arriba y abajo. Los N3N son raros en Europa, pero la Amicale Jean-Baptiste Salis tiene uno en vuelo, F-AZNF. Reconozco que me muero de envidia. Pero va a ser que no. Aunque de vez en cuando sale alguno a la venta, baratos no sonLa Ferté Alais, cerca de París, 2014.

El N3N está hecho por entero de aluminio, una rareza en los entrenadores de la época. El fuselaje tiene cuadernas y larguerillos de aluminio atornilladas y remachadas, y las alas son también de aluminio. Esta inusual construcción es porque la marina tenía muchísimas piezas en aleación ligera previstas para la construcción de dirigibles, que se había detenido. La mayoría de los aviones similares de la época (incluyendo el Stearman 75) son de tubo de acero soldado y/o madera. Además el N3N se diseñó para operar como avión terrestre o hidro, con un unico flotador.

Otro "Yellow Peril" de 1941. Air Zoo de Kalamazoo, USA, 2019.

Inicialmente llevó un motor radial de 9 cilindros Wright Whirlwind de 220 HP (como el del Espíritu de San Luis), que ya estaba anticuado para la época. Pero la Marina tenía muchos en stock. Después pasaron a llevar un Wright Whirlwind más moderno de 7 cilindros y 235 HP, para los que la marina compró los derechos de producción.

Un impecable canario privado en vuelo. No fui capaz de encontrar una gota de aceite en todo el motor. Oshkosh, USA, 2019.

La práctica totalidad de los 65.000 pilotos que volaron en la Segunda Guerra Mundial con la marina yanqui realizaron su entrenamiento en este avión. Lo de peligro amarillo (yellow peril) tiene al menos dos versiones: la más difundida es que los entrenadores de la marina en general estaban pintados de amarillo canario, y si el desafortunado alumno no conseguía soltarse en un número dado de horas, estaba "en peligro" de no promocionar a cadete. La otra versión es específica de este avión: en su versión terrestre el tren de aterrizaje era relativamente estrecho y por tanto facilitaba que un novato corriera peligro de hacer "el caballito" al aterrizar.


A los franceses de la Ferté Alais parece que les van los canarios. Arriba, F-AZNF está repintado al esquema todo amarillo de entrenamiento en lugar del azul y amarillo de más arriba, diez años antes. Más ortodoxo y conserva el bonito número 69. Abajo, aunque con matrícula yanqui N44877 este avión se podía ver también en la Ferté Alais. Francia, 2024.


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