Peter Funk y un colega llamado Dirk Breitkreuz fundaron la empresa alemana B&F Technik Vertriebs GmBH en 1990 para fabricar un ultraligero de ala alta diseñado por el padre de Funk, Otto, con ideas también del hijo, que había volado el año anterior. Como ya les he contado Funk padre había hecho veleros experimentales muy interesantes, pero era la primera vez que se metían en la producción industrial. Aunque la empresa es hoy ya solo de Peter Funk y oficialmente es el FK-Leichtflugzeuge FK-9 (FK aviones ligeros, modelo FK-9) creo que para casi todo el mundo es Funk FK-9 (pero curiosamente no para ellos).
Un FK-9 Mark III sobrevolando el aeródromo de Constanza. Aunque está arriostrado, las líneas son muy limpias y aerodinámicas. Alemania, 2018.
El avión es un biplaza de ala alta que ha ido evolucionando en sus 34 años de vuelo a una construcción completa en materiales compuestos. Los primeros tenían fuselaje de tubo de acero y alas en parte de fibra y enteladas. Aparentemente la mayor parte de la fabricación se hace en Polonia (que será más barato) y el montaje final en Espira (Alemania).
Otro FK-9 Mark III tras aterrizar en Constanza. Alemania, 2018.
El avión es estupendo y me gusta. La última versión (Mark VI) tiene líneas algo mejoradas, más espacio en la cabina, flaps eléctricos de fibra de carbono, winglets y se puede encargar con tren clásico o triciclo. También puede remolcar veleros. Puede volar a casi 200 km/h en crucero, utilizar pistas muy cortas de apenas 200 metros y volar casi 1.000 kilómetros. Hay versiones ultraligeras y LSA. Lleva, cómo no, un Rotax 912 UL o ULS (80-100 HP).
Arriba, EC-LOE en Lérida en 2014. Es un FK9 Mark IV con diversas mejoras que se introdujo en 2003. Abajo, el mismo avión en Santa Cilia en 2017.
Es decir, un avión moderno, rápido y versátil. Mejor que las clásicas avionetas biplazas yanquis de los años 30, 40 y 50, aunque estas tengan su atractivo particular y otras ventajas. Debe ser bueno, porque es uno de los más antiguos de los aviones ligeros modernos, y sigue en la brecha con más de 500 fabricados. Y eso que no lo regalan precisamente, la cosa empieza en unos 80.000 EUR más impuestos hasta más de 100.000 con el motor más potente y todas las monadas.
D-MCNA es una versión ELA, una modificación del Mark IV pensado para cumplir con la categoría de avión europeo ligero. Friedrichshafen, Alemania, 2018.
Pero... resulta que hay la tira de aviones que ofrecen algo parecido. Si nos centramos en los de ala alta y similares, y olvidándonos de los más sencillos y también de los más especializados, tienes entre otros: GP One, Pipistrel Virus y Alpha, Remos, Flight Design CT, Airlony Skylane, Speed Cruiser, Allegro, Junior, Legend, y Rider. Y seguro que me olvido unos cuantos. Así que es difícil saber de qué árbol ahorcarse.
Arriba, EC-GO3 es un Mark IV que estaba de visita en Santa Cilia en 2021. Abajo, panel tradicional pero espacio para una tableta con navegador en el centro. |
Si quiere un pequeño avión biplaza para viajar con buen tiempo, probablemente este tipo de chismes sean lo lógico, aunque hay avionetas clásicas que siguen ofreciendo mucho. Y entre los aviones ligeros actuales el Funk parece de los mejores, por calidad de fabricación, prestaciones y manejo. Estoy seguro que me divertiría mucho en uno, pero he tirado por otras vías aeronáuticas.
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