sábado, 29 de octubre de 2022

Vanguard

El Vickers Vanguardun turbohélice de los años 60, era un avión estupendo. Podía llevar a un montón de pasajeros (hasta 139) a casi 3.000 kilómetros, y además muy rápido (684 km/h). Esto en rutas cortas (Londres a París, por ejemplo) no le hacía muy diferente de un reactor. Además tenía un coste de operación claramente menor y podía utilizar pistas más pequeñas. Y sin embargo sólo se hicieron 44.


Arriba. El Brooklands Museum, que conserva el único Vanguard entero que queda, ocupa un sitio al lado de la antigua pista de carreras del mismo nombre: se ve bajo los árboles un tramo de curva peraltado. En Brooklands había también un aeródromo y una de las principales fábricas de Vickers. 
Abajo. Superb es un Vanguard 953C que se construyó en Brooklands en 1961, para British European Airways. Se convirtió a carguero en 1970. En 1979 se vendió a la compañía Air Bridge Carriers y estuvo en servicio hasta 1996. El avión volvió volando a Brooklands para incorporarse al museo. Inglaterra, 2016.


¿Por qué? Porque los aviones de hélice dejaron de estar de moda en los 60. Se veían anticuados y obsoletos comparados con los nuevos reactores. La puesta en servicio del Boeing 707, el Douglas DC-8 y el Sud Aviation Caravelle a partir de 1958 pronto dio paso a un cambio general a reactores, en las flotas de las aerolíneas que se lo podían permitir. En la época actual creo que le hubiera ido mucho mejor.

 

La conversión a carguero - "Merchantman" - eliminaba las ventanillas para pasajeros, instalaba una gran puerta de carga delante y la izquierda de 3,5 X 2 metros, y trastos diversos para manejar la carga en palés.

El Vanguard surgió por el gran éxito que tuvo Vickers con el anterior turbohélice Viscount. Enseguida se plantearon un nuevo avión más grande con la misma configuración. Contaban con el interés de su cliente habitual British European Airways, y además los canadienses de Trans Canada Airlines también querían algo similar. Tras muchas discusiones y cambios llegaron a un acuerdo para un avión con fuselaje de "doble burbuja", para tener buena capacidad de carga. El nuevo avión iba a llevar los también nuevos turbohélices Rolls-Royce Tyne.

 

En su tiempo el Vanguard era un avión grandísimo. Medía 36 metros de envergadura, 37 de largo, y el peso máximo al despegue era de 64 toneladas. Si se fijan se distingue la sección de doble burbuja del fuselaje, es más pequeña la inferior.

El primer Vanguard voló en 1959. El nombre se debe a que en la aerolínea británica les iban a poner nombres de buques de guerra de la Royal Navy, y al primero planearon ponerle ese en concreto (ha habido la tira de Vanguard). Luego decidieron que los aviones no llevarían nombre, y pasó a ser la designación de todos ellos. El avión se puso en servicio a finales de 1960 con sus clientes británico y canadiense. Pero... la gente quería reactores. Así que en las rutas de pasajeros no duró mucho. 

 


Arriba, Los mandos del Vanguard eran eléctricos pero estaban pensados para moverlos a mano si era necesario, y estaban compensados aerodinámicamente. 
Abajo, Los turbohélices Rolls-Royce Tyne tenían una potencia máxima de 4.500 HP en la versión para británicos y 5.000 para canadienses (en crucero 2.500 - 2.800 HP). Los motores se diseñaron como una alternativa más potente al Rolls-Royce Dart, previendo inicialmente unos 2.500 HP de potencia máxima, pero mostró ser capaz de mucha más. Las versiones posteriores para el Breguet Atlantique y el Transall llegaron a 6.000 HP máximo al despegue.


Los canadienses primero, a finales de los 60, y luego los propios británicos en los 70 reconvirtieron sus Vanguard a cargueros ("Cargoliner" y "Merchantman" respectivamente). El fuselaje de doble burbuja proporcionaba mucho espacio y el avión podía llevar casi 20.000 kilos de carga. Luego fueron pasando por una variedad de aerolíneas, donde algunos duraron hasta mediados de los 90.

 


Arriba, la cabina de mando del Vanguard era muy espaciosa. Vean la instrumentación de la época con docenas de relojitos. 
Abajo. De lo más original. Superb se utilizó para llevar 18 caballos de carreras en "establos - palé". Se pueden imaginar a qué olería el avión.


Así que una pena. Resulta curioso como los británicos desarrollaron aviones de línea muy buenos en los años 50 - el Britannia es otro ejemplo - pero no consiguieron el éxito comercial que probablemente merecían. Los yanquis tuvieron en resumen más vista con los reactores. Al Electra, un avión americano de planteamiento similar, sólo le fue algo mejor que a los turbohélices british.


Esta espectacular cámara estratosférica la diseño Barnes Wallis (el de las bombas "originales") para Vickers. En ella se podían reproducir las condiciones atmosféricas de hasta 21.000 metros de altura, incluyendo vientos huracanados,  hielo y radiación solar, para probar aviones. Dentro conservan la sección de morro de otro Vanguard.

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