sábado, 9 de abril de 2022

Phoenix

El Phoenix (como el Ave Fénix) es un motovelero biplaza moderno que me da un puntito de envidia. No mucho, lo justo. Es lo que le gustaría ser al Falke de mayor. Volar a más de 200 km/h en crucero, con un alcance de más de 1.000 kilómetros y a la vez con un planeo de 1:30 a motor parado. Y además poder escoger entre alas de 15 metros o de 11 cambiando las puntas en unos minutos. O dejarlo en poco más de 10 metros de envergadura para guardarlo en el hangar.

Arriba y abajo. Aterrizando sin motor. Luchon, Francia, 2021.


Además, es modernocómodobonito (alas tipo Discus 2 con planta y diedro "creciente" y winglets) y con un montón de espacio para equipaje. Por si fuera poco, existe una versión eléctrica, dicen que con dos horas y media de autonomía (no sé si reales/creíbles). Ah, se me olvidaba, la versión con Rotax 912S de 100 HP también puede remolcar veleros (de nuevo supongo que matizable para sacar un biplaza moderno con agua).

 

La hélice plegable hacia delante me parece ingeniosísima. Cuando se para el motor unos muelles pliegan las palas, que dan entre sí con un ruido fuerte ¡clap! Al arrancar el motor, la fuerza centrífuga las despliega en posición.

El Phoenix es un desarrollo mejorado del Lambada, creado por el ingeniero checo Martin Stepanek que voló por primera vez en 2009. ¿Por qué no hay un millón de estos aviones aparentemente perfectos? Las cosas en aviación nunca son fáciles. Para empezar, aunque no lo dicen explícitamente, te tienes que gastar de 150.000 boniatos en adelante. Que no es mucho comparado con un Stemme, pero es. Hay ultraligeros modernos bastante más baratos.

 


Las alas son bonitas y complejas, con 3 secciones en planta, doble diedro y winglets. Aquí lleva puestas las puntas de 15 metros. Los flaperones se pueden fijar de -4º (crucero rápido) a +10º (aterrizaje). Son estrechos y ocupan casi toda la envergadura.


Por otra parte, los motoveleros son unos chismes que no todo el mundo aprecia. La parte de vuelo a vela sigue siendo una actividad "nicho". Para sacarle partido tienes que saber cosas y tener mucha práctica. Puestos a comparar, los veleros modernos "de verdad" suelen volar bastante más (más planeo y menos descenso). Y como simples ultraligeros con motor Rotax UL de 80 HP hay la tira de alternativas, claramente menos costosas y que pueden tener otras virtudes.

 

Phoenix eléctrico con equipo chino Yuneec en la feria AERO. El tren triciclo le queda peor en mi opinión que el clásico. Tiene montadas las puntas cortas (11 m). En el suelo, las puntas largas para 15m. Friedrichshafen, Alemania, 2016.


Luego está el tema de los voltios. Sobre el papel, la leche. En la realidad... no se sabe. En otros sitios rebajan la autonomía a 1 hora a 120 km/h, que ya es otra cosa. No sé cuánto cuesta la versión eléctrica, ni qué capacidad de volar tiene en el día a día. Desde luego la energía disponible será mucho más limitada que en un coche eléctrico, pero también es cierto que todo esto está cambiando.

 

Un Phoenix con motor Rotax en la feria AERO. Friedrichshafen, Alemania, 2017.

En definitiva, ¿me hago con un chisme de estos? No creo. Y menos después de restaurar el Falke. No quita para que me parezca un avión bien majo. Y me encantaría darme una vuelta en uno.



En la feria AERO de 2018 había dos versiones eléctricas. Arriba, una con capó mínimo y motor en parte al aire. Abajo, la otra más mona con decoración y motor carenado. Friedrichshafen, Alemania.


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