Beechcraft decidió construir a principios de los 70 un entrenador biplaza sencillo, con intención de ofrecer una alternativa moderna a las omnipresentes Cessna 150/152. El primer Skipper (patrón) voló en 1975 y resultó ser un avión estupendo: perfil moderno, buena visibilidad, manejo sencillo, cómoda, y para lo que es una lata de sardinas yanqui, relativamente barata.
Una Skipper privada de 1981, el último año que se fabricaron, en Oshkosh. USA, 2019. |
Pero aparte de que se parece muchísimo a su competencia directa Piper Tomahawk (y lleva el mismo Lycoming O-235 de 115 HP), a finales de los 70 la aviación general se fue a hacer puñetas en USA. Beechcraft sólo llegó a fabricar 312 de estos avioncitos, la mayoría para sus propias escuelas de vuelo. Así que hoy en día son más bien raras. Se hicieron bastantes más "Tomasas" (2.484), pero ni una ni otra llegaron a sustituir a las más de 30.000 cessnitas biplazas construidas.
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