sábado, 19 de febrero de 2022

Falke

Restauración (4)


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Y por fin, un día de febrero de 2022, el Falke ha vuelto a volar. Ha pasado más de un año desde que la idea cogió forma. En la práctica se ha hecho una "grand visite u overhaul" (revisión general). Tras más de 9 meses de estar fuera de su base habitual y unas mil horas de trabajo, puede que más, el avión está de nuevo en el aire.





De arriba a abajo: en uno de los primeros vuelos tras completar los trabajos, el Falke virando a viento en cola y pasando por el lateral del aeródromo. Queríamos un aspecto llamativo y el acabado es bueno.


¿Qué se nota después de entelar casi por completo el avión, montar un panel de instrumentos nuevo y en general revisar a fondo todos sus elementos y sistemas? Pues... siendo honestos, nada. Después de invertir una pasta considerable, mucho ingenio, dosis de paciencia, pasar frío, y calor, y frustraciones, con algunas alegrías y sobre todo muchísimo trabajo, la verdad es que el avión está completamente remozadoPero volando sigue siendo el mismo de siempre.



Haciendo las revisiones. No siempre resulta cómodo (¡!).


R dice que sí que se nota una ligera mejora despegando. Lo atribuye a una mínima ganancia de peso, la hélice nueva, el motor a punto, y que probablemente tiene el mejor acabado que va a llevar durante muchos años, incluido el encerado y pulido de toda la superficie. A lo mejor es así, pero no lo distingo. Da igual. Sigue siendo el avión peazo de madre de siempre, fácil de volar, permisivo, agradable a los mandos, con poca potencia pero con mucha diversión. Y aparte de la evidente mejora de todo su estado, está muy vistoso y bonito. Para los que lo ven así (que no son todos).


El primer arranque. Fue echar gasolina, completar unos giros de la hélice, conectar la bomba, accionar el motor y en dos vueltas de hélice estaba en marcha.


¿Merece la pena? Ah, amigo. No es una pregunta fácil de responder. Sigue siendo un avión de 47 años, por mucho que esté aggiornato en su acabado e instrumentación. Lo más probable es que económicamente y en relación al esfuerzo realizado no. Pero eso no es lo único que cuenta. La ilusión y la satisfacción de seguir volando en un motovelero clásico y característico también tiene valor. Y bueno, era el momento en que se podía hacer. 





Arriba y centro arriba, despego normalmente en mi primer vuelo. Centro abajo: se me abre la cabina en vuelo (¡!) por no haberla cerrado correctamente. Se ve que está elevada unos centímetros sobre el borde. Abajo, aterrizo tras hacer un circuito corto, menos de 4 minutos tras empezar la carrera de despegue.


Como siempre, en la última etapa ha habido que hacer muchas cosas, algunas con las que no contábamos, y también inevitablemente hemos dejado de hacer algunas... llega en un momento en que hay que pararse. Será para la siguiente reencarnación. Ha costado poner a punto el complejo panel de instrumentos y que funcionara todo. Como es lógico, ha habido que volver a montar el avión: todas las superficies de vuelo, incluidas la conexión de los mandos y comprobación de sus deflexiones.


Iniciando el montaje del plano izquierdo.


Se han hecho todas las revisiones habituales A - B - C del avión: del motor y de la célula, para dejarlo listo para el servicio. Ha habido que hacer un peso y centrado, que hemos tenido que repetir porque es necesario hacerlo con el máximo cuidado y paciencia. Se han montado y comprobado mandos y sistemas. El avión lleva ahora asientos de espuma especial que absorbe cargas "G" para esa ocasión, que esperamos que NO suceda, de tener un accidente. Y hemos preparado y terminado el maletero con conjunto de bolsas a juego (¡!). 



Arriba, montando el protector del encastre. Abajo, nuevos asientos anti-g tapizados a juego.


Cuando cada vez queda menos para terminar a veces te impacientas, porque ves el final pero todavía no estás. Y cuando surgen contratiempos se llevan peor, como cuando sacamos por primera vez fuera el avión para probar el motor y se rompió el soporte del ruedín izquierdo. Sacrebleu. Por no hablar de la tonelada de documentación necesaria: órdenes de trabajo, certificados de piezas e instrumentos originales, hojas de revisión, etc. etc. 


Dita sea. se rompió la barra del ruedín izquierdo. Se ve bajo el plano.


Quedan todavía trabajos que hacer. Hay que comprobar algunos instrumentos. Hay que entelar y montar los protectores de los encastres. Puede que repintemos algunas piezas como el carenado de la deriva, que no "pega" exactamente con el entelado. Y alguna cosilla más. 



Arriba, haciendo el peso y centrado. Vean las básculas bajo las ruedas del fuselaje. Abajo. El panel de instrumentos completo y terminado. Vean las nuevas empuñaduras de las palancas de mando. Vean también el enchufe para la toma de fuerza externa al lado de la radio y transponder nuevo. El espacio vacío en el panel está previsto para llevar una tableta con software de navegación.


¿Y ahora qué? Pues a volar, claro. Y a presumir de avión chulo, diferente, llamativo, brillante. Espero que muchos años.


Posibles mejoras en el futuro.


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1 comentario:

  1. Me han encantado los cuatro post de restauración. Pero .... ¿os podéis haber ido a 20.000 euros o más?

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