jueves, 5 de agosto de 2021

Leonardo da Vinci

Entre los muchos talentos que desplegó el genio renacentista Leonardo da Vinci está el de sus inventos relacionados con el vuelo. En su tratado sobre el vuelo de los pájaros examina en detalle el comportamiento en vuelo y los principios relacionados (por ejemplo, la diferencia entre el centro de gravedad y el centro de presiones). Además, propone ideas para máquinas voladoras reales. Está escrito en su famosa escritura especular y es de 1505.

Arriba, una interpretación de cómo podía imaginar Leonardo una de sus máquinas voladoras. Abajo, en muchas de sus ideas las alas se "baten" arriba y abajo, como hacen los pájaros y murciélagos (ornitópteros). Leonardo inventó varios sistemas de poleas para el accionamiento de las alas. Florencia, 2005.


En realidad, su fascinación por el vuelo venía de antiguo. En sus numerosos cuadernos hay dibujos y esquemas de máquinas voladoras diversas, que incluyen uno de los primeros paracaídas, un helicóptero de juguete con un rotor helicoidal y sobre todo varios artefactos voladores con alas batientes de murciélago (ornitópteros).


Uno de los primeros diseños de paracaídas, que no se sabe si probó.


Parece que al menos llegó a construir e intentar volar uno de sus chismes, el famoso Grande Nibbio. No se sabe en realidad muy bien cómo era y cuándo voló. Se supone que Leonardo era consciente de la dificultad de accionar las alas a puro músculo y que en realidad quería intentar sobre todo el vuelo planeado. Y también se supone que fue un amigo suyo llamado Tommaso Masini (aunque a él le gustaba más el rimbombante nombre de Zoroastro da Peretola) el que hizo el vuelo de prueba desde lo alto de un monte en Fiesole, cerca de Florencia, en 1506. No está muy claro, pero parece que se tiró, puede que llegara a volar unos metros, o no, se estampó contra el suelo, y se partió una pierna (¡!).


Aunque probablemente era consciente de que mover las alas directamente no era factible para una persona, algunos de sus diseños lo tienen previsto. Museo Caproni, Trento, 2018.


Y entonces, ¿le debemos algo?

Depende de cómo se quiera valorar. Está claro que logró un conocimiento sobre el vuelo muy superior al de su época y que tuvo varias ideas innovadoras. Pero también sabemos que sus inventos no podían volar. Sobre todo, no resultó en una progresión posterior: es decir, en definitiva no puso nada en marcha. Hubo que esperar unos 400 años más a que se diera la "conjunción de astros" necesaria...


Este sello de Camboya de 1992 muestra un ornitóptero de Leonardo con un moderno turbohélice Saab 340.

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