jueves, 12 de agosto de 2021

Delta Dart (Six)

La guerra fría llevó a yanquis y ruskis a hacer cosas muy raras. El Convair F-106 Delta Dart (aunque todo el mundo lo conocía como Six) es un interceptor puro: si venían los bombarderos nucleares soviéticos, el avión despegaba, un sistema de control (no el piloto) lo dirigía hacia los malos, y cuando los tenía a tiro disparaba sus 4 misiles anti-aéreos, ¡más un misil con cabeza nuclear! para provocar el máximo de destrucción. Puede que en los bombarderos rusos como estaba previsto, muy posiblemente también en los interceptores yanquis (que no se librarían de una parte de los efectos de la explosión nuclear), y con toda seguridad en el territorio donde volaran...

Este Six es famoso: el "Cornfield Bomber" aterrizó solito en un campo nevado de Montana en 1970 sin el piloto. Museo de la US Air Force, Estados Unidos, 2019.


El avión era un desarrollo muy mejorado del anterior Convair F-102 Delta Dagger (Deuce). En resumen le pusieron como casi siempre un motor mucho más potente (de hasta 11.000 kilos de empuje con postcombustión), y conformaron el fuselaje según la llamada "regla del área": la forma de botella de Coca-cola que permite el vuelo supersónico. El nuevo avión voló en 1956 y empezó a equipar las primeras unidades en 1959.


En unas maniobras el avión entró en barrena, el piloto no pudo sacarlo y saltó. Al parecer el cambio en el centro de gravedad y el trimado que dejó el piloto lo sacaron de la barrena y permitieron la toma sin grandes daños.

Bajo el punto de vista del cliente, la Fuerza Aérea Yanqui (USAF), tras superar una serie de problemas iniciales (incluso llegaron a pensar si paraban todo el programa) consideró que el avión salió muy bueno. Era potenterapidísimo (todavía tiene el récord de velocidad para aviones a reacción con un solo motor) y estuvo volando hasta 1998. A sus pilotos les encantaba: además de la fuerza bruta era también bastante ágil, para ser un interceptor con ala delta. A mi también me parece un avión bonito, como el Mirage III.


El motor seguía funcionando al tomar. Llamaron a la base aérea para ver qué hacían para pararlo. Les dijeron que dejaran gastar el combustible. Tras dos horas el motor se paró.


Lo que no se sabe (afortunadamente) es qué hubiera pasado si realmente hubiera disparado a los bombarderos. El Six nunca llegó a usarse en combate. Y de hecho aunque inicialmente la fuerza aérea quería 1.000 para empezar, al final se quedaron en 342. Los militares ya veían que el problema no eran los bombarderos, sino los misiles nucleares. Que llevaron a la locura de la disuasión, y aunque no se hable mucho de ello, a que la guerra nuclear siga siendo una amenaza real. 

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