jueves, 3 de enero de 2019

e-Genius

El Instituto de Investigación Aeronaútica de la Universidad de Stuttgart (Alemania) puso en vuelo en 2011 este interesantísimo avión de investigación y récord, el e-Genius. En su formato original, era un motovelero de viaje eléctrico biplaza. Actualmente, están desarrollando un modelo híbrido para participar en la carrera del centenario Inglaterra-Australia 2019.

El prototipo cuesta cosa de un millón y medio de leuros (¡!) y tiene una larga lista de patrocinadores. Vean la amplia cabina para dos y el tren retráctil. AERO, Fridedrichshafen, Alemania, 2017.

En esencia es un motovelero de ala alta construido en plástico. La base es un Pipistrel Taurus, del que utiliza el fuselaje y las alas, con modificaciones. El ala pasa a posición alta y la cola es muy diferente. Detrás de los pilotos lleva un paquetón de baterías litio-ión de 56 kWh que pesan 300 kg. Esto es parecido a  un Tesla 3 "normal". El motor sólo pesa 27 kg y tiene una potencia continua de 54 CV, aunque puede dar casi 100 al despegue. Lo normal en crucero es usar 20 o menos.

Una de las características más originales es la posición del motor y la hélice en la cola. Esto es totalmente intencionado. Se puede utilizar una hélice de mucho más diámetro que poniéndola delante (tiene 2,2 m y es mucho más eficiente), no hay riesgo de pegar en el suelo, y además toda la parte delantera del avión, incluyendo el ala, está en zona limpia y ofrece mucha menos resistencia.

Entendámonos, el avión es un muerto. Con dos pilotos pesa casi una tonelada al despegue (el doble que un Taurus) y la aerodinámica es buena, pero no para tirar cohetes (34 de planeo a 140 km/h). Pero eso da igual. Se trata de avanzar en la propulsión eléctrica/híbrida para volar.

Por de pronto, y dado que soñar es gratis, me encantaría que me dieran una vuelta en el prototipo.

En julio de 2014, Klaus Ohlmann batió 4 récords para aviones eléctricos en el e-Genius. El más interesante fue el vuelo de ida y vuelta de 536 km, de Serres (Francia) a Zermatt (Suiza), volando por los Alpes franceses e Italianos. Lo hizo a unos modestos 93 km/h. Pero claro, aquí hay una buena dosis de trampa: Ohlmann es uno de los mejores pilotos de vuelo a vela del mundo y conoce la zona como su casa. Como es lógico, fue utilizando cada gramo de energía que se encontró por el camino para suplementar los watios... Vd. y yo no habríamos vuelto.

No sé cuánto queda para que vendan motoveleros de viaje eléctricos viables (es decir, que realmente puedas volar 500 km, con 100 km de reserva y sin apellidarte Ohlmann). Si es que alguna vez los hay y si se pueden pagar. Pero puestos a soñar, molan: llegas, desenchufas el cargador, y a volar.
El siguiente paso es la propulsión híbrida. La idea es suplementar el sistema eléctrico con un motor que cargue las baterías de la manera más eficiente posible, todo ello para obtener más alcance con mínimo consumo. Inicialmente probaron un motor wankel de gasolina en un contenedor subalar, pero para la carrera de Australia quitarán parte de las baterías y llevarán un motor diésel en el fuselaje. El objetivo es conseguir 3l/100 km a 160 km/h, con autonomías de más de 1.000 km (¡!). 

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