miércoles, 22 de marzo de 2017

Dornier 29

Este curioso avión es el prototipo 1 del Dornier 29, un aparato pensado para investigar dispositivos para conseguir un despegue y aterrizaje lo más cortos posible (en ingles STOL). Los alemanes tenían experiencia en esto. Antes de la Segunda Guerra Mundial había volado la famosa Fieseler Storch. La propia Dornier fabricaba la Do 27, una avioneta STOL que utilizaba grandes flaps y slots fijos de borde de ataque.

La Dornier 29 prototipo 1 en el Museo Dornier en Friedrichshafen, Alemania, 2016.

Sobre la base de una Dornier 27 se probó si el flujo orientable de las hélices podría mejorar todavía más las prestaciones. Para hacer esto se pusieron dos motores de 270 hp en las alas (en lugar de uno en el morro) con unas complicadas transmisiones que permitían inclinar hacia abajo el empuje, incluso hasta vertical. El prototipo voló en 1958.

Detalle de la hélice orientable, los flaps y alerones ranurados, y de los grandes slots del borde de ataque. Aunque la transmisión permitía dirigir el empuje 90º hacia abajo nunca se pasó de 60º. En la foto está a unos 45º. El avión estuvo hasta 2009 en el Luftwaffenmuseum de Berlin-Gatow. Alemania, 2008. No sé muy bien por qué no tiene la matrícula original, YD+101.

Las posibles ventajas de este sistema parece que son discutibles. El segundo prototipo se estrelló. Las mejoras en la distancia y velocidad de aterrizaje/despegue parece que no fueron tan importantes. Lo que está claro es que las hélices orientables eran un quebradero de cabeza. La idea no se desarrolló tras terminar el programa de pruebas. Si uno compara la Do 27 con la Do 29 hay poca ganancia.

Fíjense en los enormes deflectores de las ruedas para impedir que saltaran chinas a las hélices.

Todo lo cual no quita para estar muy impresionado. Imagínense llegando a su campo favorito en un bimotor de investigación, en una cabina tipo helicóptero con un asiento lanzable (¡!). Hacen su chequeo antes de la toma, ponen los flaps, accionan el mando de las hélices para dirigir el chorro hacia abajo, ajustan la velocidad... y toman. Mola.

En realidad el Do 29 es un producto de la guerra fría: en un escenario de destrucción total sólo podrían operar aviones desde sitios que no requirieran pistas. Qué miedo.

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