Finalizada la Segunda Guerra
Mundial, Claude
Dornier y su hijo del mismo nombre se fueron a España, como otros ingenieros alemanes. El Ejército del aire emitió
en 1950 un concurso para sustituir las Fieseler
Storch. La oficina técnica montada por los Dornier ganó con su Dornier 25, que voló en 1951 en Sevilla. Una versión mejorada, la Dornier
27 voló en 1955.
El Ejército del Aire encargó a Construcciones Aeronáuticas 50 aviones Dornier
27 A, que fueron fabricados en la Maestranza Aérea de Tablada como CASA C-127 en 1955-56. Los aviones
españoles llevaban un motor yanqui Lycoming GO480 de 270 HP, con reductora para
la hélice. Pasaron a ser los aviones de
enlace estándar U-9 del Ejército
del Aire.
Mientras tanto los aliados habían
autorizado la construcción aeronáutica en Alemania.
Los Dornier, que habían creado su oficina técnica en España esperando esta
oportunidad, volvieron a casa.
A partir de 1956 la nueva Dornier-Werke
construyó una orden masiva de 428
aviones para los 3 renacidos ejércitos alemanes. Estos fueron los primeros
aviones hechos en Alemania en la posguerra, y de hecho había más razones políticas (poner de nuevo
en marcha la industria) que técnicas
para pedirlo (no necesitaban particularmente un avión así). Hasta 1965 se
fabricaron en total 627.
Muy original. Una Dornier 27 conventida en parque infantil.
Friedrichshafen, Alemania, 2016.
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Además de los fabricados en
España, a partir de 1973 el Ejército del Aire compró a la Luftwaffe 26 más, prácticamente regaladas. Posteriormente
se destinaron 15 de ellas a la
Subsecretaría de Aviación Civil, que las cedió en uso a aeroclubes para paracaidismo y remolque de veleros.
Cuando empecé a volar a vela en
1989 todo el mundo se refería al avión como "la Dornier". Era un avión grande, pesado y potente en comparación con las avionetas
habituales, y en particular con nuestra modesta Rallye. En Monflorite había una Dornier, pero nunca llegué a volar
en ella, ni tampoco me sacaron remolcado. Una pena.
Una Dornier 27 impecablemente restaurada en Bremgarten, Alemania, 2017.
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Algunos miembros del Club, como
A, te contaban sin embargo historias de cómo volaba el avión.
De su agilidad, de lo mucho que había que mimar el motor, de los 60 o más
litros de gasolina que quemaba a la hora, o de cómo había que hacer para
plantarla en tierra a mínima velocidad, para hacer una toma corta, de menos de
100 metros.
El aeródromo de Schwenningen tiene una numerosa colección de Dornier 27
en vuelo y en restauración. D-EMKA es una de las privadas. El motor Lycoming
está fabricado por BMW. Alemania, 2017.
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Quedan unas 100 operativas, sobre
todo en Alemania. No me importaría nada tener una en mi previsto Museo de
Aviones en vuelo. Mientras me pongo, en la Fundación Infante de Orleans tienen una,
en la Fundació Parc Aeronautic de
Catalunya otra, y en la Fundación
Aérea de la Comunidad Valenciana otra más.
Más Dornier 27 en Schwenningen, incluida D-ELTT, una de las 2 que tiene
el International Luftfahrt Museum. Los grandes flaps y slots le dan buenas
características STOL. Alemania,
2017.
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Sería una gozada resbalar con este avión cruzando los mandos para ello. Soñar es barato.
ResponderEliminarPreciosa yo poseo una de r.c.y es igual a la del ejército español la amo
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