lunes, 9 de enero de 2023

Moswey

Los Moswey (en dialecto del Oberland suizo es buitre) fueron una serie de veleros diseñados por Georg Müller, un ingeniero suizo que empezó fusilando más o menos un Baby en 1935, pero que a partir de ahí hizo aviones más interesantes. Su Moswey III (de 1942 o 1943) es una mejora de los anteriores II y IIA y fue el único del que se hicieron cantidad (no está claro, pero entre 14 y 30).

 

Es una pena que no tengan el vuelo el Moswey III. Los casi 80 años tendrán algo que ver. Vean la curiosa cabina en dos mitades. Museo del Vuelo a Vela, Alleberg, Suecia, 2022.

 

Me parece un velero de lo más elegante. Como todos los de su época, estaba hecho en madera y tela. A pesar del perfil Göttingen 535 curvado (utilizado en muchos veleros) y de las alas en gaviota, era acrobático (¡hasta 12G!), ligero (140 kilos) y con sus 14 metros conseguía un respetable planeo de de 26-27, que está muy bien. 

 

El velero está impecable. Vean la tela cosida y el encastre. Me encantan los aviones amarillos.


En la Suiza rodeada de la guerra además de no poder remolcar veleros con avioneta, la mayor parte del espacio áereo estaba restringido por los militares, así que necesitaban veleros ligeros y ágiles para al menos aprovechar lo poco que les dejaban. Pero eso pasó, y en 1948 quedó tercero en los primeros campeonatos del mundo que se hacían tras la guerra en Samedan (Suiza). El piloto Kuhn volaba en casa, pero tiene mérito porque sólo le ganaron un Weihe y un Air 100 (esencialmente un Weihe), de bastante más envergadura y prestaciones. 

 

Entre un Baby Falken (arriba) y un Fi-1 (abajo), ambos suecos de la misma época, pero con bastante menos prestaciones.

 

Al parecer estaba muy bien construido ("como un reloj suizo"). Para hacer el fuselaje se utilizaba un curioso sistema en que un tubo se usaba de guía y luego se sacaba. Aunque la cabina era pequeña, en los encastres había algo más de sitio para hombros y brazos.

 

Al lado del primer motovelero de Scheibe, el SF-24 Motorspatz.


Queda alguno en vuelo. No es el caso de SE-SDX, uno de los al menos dos comprados por los suecos (también neutrales en la guerra), que se construyó en 1944 y que estuvo volando hasta los 70. Me gustaría saber cómo lo compraron y lo llevaron a Suecia en mitad de una invasión del continente... seguro que es una historia interesante.

 

Resulta curiosa la fascinación de los diseñadores de veleros de los años 30 y 40 con las alas en gaviota.


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