sábado, 24 de octubre de 2020

Mü 27

El primer velero moderno de plástico es de 1957. Pero los "plásticos" no empezaron a aparecer en el mundo real (es decir, a fabricarse en series razonables y a venderse) hasta finales de los 60. Y es realmente en los 70 cuando empezaron a tener un impacto global en el deporte. Varios akaflieg alemanes dedicaron entonces sus esfuerzos a ver los límites que podía tener la tecnología.

El avión está en el Deutsches Museum Schleissheim, cerca de Munich. Tras 30 años de pruebas se llevó en vuelo en 2009. Vean la curvatura de los flaps completamente fuera y la gran superficie. Alemania, 2016.


En el Akaflieg München se plantearon en 1970 un proyecto muy ambicioso: un velero con enormes flaps Fowler para adaptarse tanto al vuelo lento (perfil curvado, mucha superficie, baja carga alar) como al rápido (perfil fino, poca superficie, carga alar elevada). Es decir, para que pudiera subir bien en térmica y a la vez volar rápido en las transiciones.


Uno de los principales problemas fue conseguir que los alerones funcionaran razonablemente y que a la vez formaran parte del flap retráctil. Un auténtico lío.


Les llevó casi una década construir el Mü 27, que voló finalmente en 1979. Sigue siendo uno de los veleros biplazas más pesados (y grandes) que se han hecho: 22 metros de envergadura ¡712 kg vacío! y ¡900 kilos al despegue!. La mitad era el ala (¡!). Había que remolcarlo con una Dornier y no iban precisamente sobraos. Como comparación, un más moderno Nimbus 4 DM de 1995 tiene 26,5 m de envergadura. Con motor y todo, pesa 595 kilos vacío y 820 kilos máximo al despegue. Y sigue siendo un bicharraco grande y pesado.


En general el avión tenía un diseño de lo más avanzado. A comienzos de los 70 (cuando se pensó) ni siquiera había aparecido el Janus, el primer biplaza moderno.


Los flaps eran eléctricos y ocupaban todo el ala. Con todo fuera aumentaban la superficie a casi 24 m2 (carga alar 38 kg/m2). Recogidos, la superficie era de sólo 17,6 m2 (carga alar 51 kg/m2). Un 36% de diferencia. Siguiendo con la comparación, un Nimbus 4 DM tiene 18 m2 y la carga alar varía entre 37 y 45 kg/m2, según el agua que le pongas.


Los planos se desmontaban en 4 partes, pesaban una barbaridad, y el avión era en general delicado y complicado. Me imagino además que necesitaría baterías grandes (y pesadas) para poder operar los flaps.


¿Lo consiguieron? Pues en general, sí. El avión efectivamente volaba como se pretendía. Pero aquel chisme era difícil de manejar, un mamotreto y una complicación. Se quedó en un avión de investigación sin aplicación práctica. Hubo que esperar a que aparecieran perfiles más modernos, que con flaps sencillos (sin aumentar la superficie) consiguen lo mismo o más.

No hay comentarios:

Publicar un comentario