jueves, 20 de agosto de 2020

SLUF

Como Vds. saben, la guerra es básicamente una cuestión de dinero. A principios de los 60 los yanquis se pusieron a analizar en detalle qué aviones necesitarían para futuros conflictos. Un sesudo comité de expertos concluyó que un avión subsónico sería más barato, más fácil de desarrollar, de fabricar, y que podría llevar más pepinos destructivos. Se quedaron calvos, los gachós.

Los griegos compraron a partir de 1975 60 A-7H (por Hellenic) nuevos y 5 biplazas TA-7H, similares a los A-7D de la USAF. Les debieron gustar, en los 90 compraron 62 A-7E más de segunda mano como el que les muestro, con la muy poco griega decoración. En el Air Tattoo de 2014 en Fairford (Inglaterra) eran una celebridad porque los iban a retirar  ese año y eran una auténtica reliquia en vuelo.

La cuestión es que la marina yanqui quería reemplazar sus Douglas A-4 Skyhawk por un avión de ataque con más capacidad de carga y alcance. Para ahorrar tenía que basarse en un diseño existente. Así que Grumman propuso una versión monoplaza del Intruder, North American uno basado en el Fury, y finalmente Vought (actualizada a LTV) un derivado del Crusader. Este último ganó y voló como LTV A-7 Corsair II por primera vez en 1965.

Además de los A-7E los griegos compraron 19 TA-7C biplazas adicionales, supongo que muy baratitos. También habían llevado uno al Air Tattoo. 

El nuevo avión en realidad no tenía prácticamente nada en común con el Crusader, salvo la pinta general. El nombre, en homenaje al caza de hélice de la Segunda Guerra Mundial, no lo usaba nadie. En Vietnam le pusieron SLUF (Short Little Ugly Fucker = "pequeño y feo cabrón"), un nombre parecido al del B-52 (BUFF = Big Ugly Fat Fucker, traduzcan Vds.).

Este A-7E fue uno de los que voló en la guerra del golfo en 1990 desde el portaviones USS Kennedy contra Iraq. Vean los 6 camellos pintados bajo la cabina por las 6 misiones completadas. No sé muy bien cómo terminaría en el Parco Tematico dell Aviazione. Italia, 2014.

El caso es que salió un avión bastante bueno que podía llevar más de 5 toneladas de bombas de todo tipo para tirarles en la cresta a los malos. Siendo los malos inicialmente los vietnamitas, cuando empezó a volar con la marina en 1967. A los pilotos les gustaba, aunque la opinión general era que "no es muy rápido, pero seguro que es lento". A cambio, la capacidad y precisión de bombardeo era excepcional y fue mejorando a medida que incorporaban equipo cada vez más sofisticado.



Los portugueses compraron a partir de 1982 A-7P/TA-7P (por Portugal) que eran A-7A remotorizados y actualizados. En total, 44 monoplazas y 7 biplazas (convertidos de monoplazas), además de varios aviones dados de baja para repuestos. Reemplazaron a sus viejos Sabre y G-91, y sirvieron para ataque marítimo de 1982 a 1999. Vean un biplaza restaurado en el fabuloso Museo do Ar en Sintra. Portugal, 2017.

De hecho, la fuerza aérea yanqui tomó buena nota y encargó su propia versión. En su larga carrera con los yanquis el SLUF estuvo además en la invasión de Granada, en Líbano, en Libia y en la Guerra del Golfo. También se usó en el desarrollo del caza invisible F-117. Portugueses, tailandeses y griegos adquirieron el avión. El último SLUF en volar fue un monoplaza A-7E griego en 2014, la friolera de 49 años después del primer vuelo.


La versión A-7D de la USAF llevaba un motor Rolls-Royce Spey británico construido con licencia, más potente que el Pratt & Whitney TF-30 de los de la marina. Lo de "lento" es un decir, el avión podía volar a 1.100 km/h, aunque no era supersónico. En la sala de la guerra del sureste asiático. Museo de la USAF, Dayton, USA, 2019.

De los más de 1.500 construidos quedan un montón en museos, pero ninguno en vuelo. Lo cual me llama la atención. Porque seguramente se podrían haber mantenido en vuelo alguno de los aviones griegos que se retiraron hace poco. Puede que no hubiera nadie interesado.

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