Actualizado en agosto de 2025
La empresa fundada por Claudius
Dornier en 1914, una de las más antiguas del mundo, sobrevivió a dos guerras mundiales y fabricó aviones
de todo tipo, desde enormes hidros a
bombarderos nazis, pasando por avionetas de enlace o aviones de despegue
vertical. El avión que les muestro fue el
final de la empresa, que no consiguió tener el éxito deseado en un mercado
lleno de competidores... lo que les llevó a la quiebra en 2002. Es
parecido a lo que le sucedió a Fokker.
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Les enseño primero las versiones turbohélice. D-CMHA es un Dornier 328-100 de 1995. Despegando de Fridrichshafen, Alemania, 2017. |
El avión no parece ser el culpable. Tras haber fabricado unos cuantos miles de aviones para los nazis, Dornier se estableció con poco ruido en España. El Ejército del Aire español le encargó un avión de enlace, el Dornier Do 25, que evolucionó al Dornier 27. El Dornier 28 es una versión bimotora del anterior. Cuando se plantearon agrandar este avión con un ala nueva y motores turbohélice, surgió el Dornier 228. Y finalmente desarrollaron el Dornier 328.
Dornier pensó que había que hacer un transporte regional un poco más grande, de 30 plazas, a finales de los 80. En realidad el 328 heredó poco del 228, prácticamente solo el ala supercrítica de última generación que habia utilizado éste. El resto del avión era nuevo y pensado para ser más rápido que la competencia. Utilizando un diseño aerodinámico muy cuidado, con los motores turbohélice (Pratt & Whitney Canada PW 119B de 2.180 HP) podían conseguir cruceros elevados (más de 600 km/h) con un coste de compra y operación sustancialmente mejor que utilizando reactores. Esto se nota muy poco en trayectos cortos. Y además hacían bastante menos ruido, lo que empezaba a ser importante.
El avión tenía además muchos componentes en materiales compuestos, para ahorrar peso, y una nueva cabina de mando "toda de cristal" con pantallas electrónicas. Sobre todo estaba pensado para ser muy cómodo: podía llevar hasta 33 pasajeros en filas de 3 asientos con mucho espacio interior, había sitio para cocina, lavabo y compartimento de quipajes. En realidad estaban haciendo todo lo posible para tener un nivel similar o incluso mejor que un reactor de línea mucho más grande. El primero voló en 1991.
El aparato era bueno y daba lo prometido. Fueron mejorando el avión con detalles en las versiones 110, 120 y 130. Sobre todo se hizo un gran esfuerzo en lograr coaliciones con otros fabricantes y diseñar una nueva familia de aviones con más capacidad. Pero la cuestión es que la competencia era grande, perdían dinero y la producción de la versión turbohélice paró en el 2000 con sólo 107 aviones fabricados. Muchos de los cuales siguen volando en la actualidad.
Dornier se dio cuenta de que el mercado "quería reactores". Es curioso como durante décadas después de la introducción de los aviones de línea la gente veía (y creo que sigue pasando) los aviones más pequeños de hélice como algo desfasado y menos seguro. Así que se pusieron a desarrollar un avión nuevo que aparentemente lo único que hace es sustituir los motores turbohélice por dos turbofan Pratt & Whitney Canada PW306B de 2700 Kilos de empuje. Esta familia de motores se ha utilizado en muchos reactores "ejecutivos". Todo este movimiento requirió más capital, buscar nuevos inversores y crear una división Dornier-Fairchild en Alemania.
El nuevo avión voló en 1998. Tenía mejoras aerodinámicas y de detalle, además de todo lo relacionado con llevar los turbofan, claro. Básicamente hacía lo mismo, pero más rápido: el crucero aumentó a unos 750 km/h, menos que los reactores típicos y no tanto más que las versiones de hélice. Según las fuentes, se fabricaron entre 83 y 110 aviones con turbofán hasta que de nuevo llegó la bancarrota en 2002 (¡!). También hubo planes para hacer versiones más grandes y mejoradas que finalmente no se llevaron a cabo.
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Este Dornier 328 JET con matrícula ucraniana estaba e el aeropuerto de Memmingen (Alemania) en 2016. Aparentemente era de una firma dedicada al transporte ejecutivo. |
El esfuerzo de todo tipo en esta nueva etapa fue mayor que el anterior y duró muy poco. El nuevo socio yanqui dirigía las ventas, aunque se mantuvo el montaje final de la serie en Alemania. Es curioso que la producción de fuselajes estaba descentralizada desde el principio en Italia: la empresa Aermacchi produjo 236 fuselajes. Además era responsable de la cabina y del sistema de presurización del fuselaje.
Les contaba en la versión primera de esta entrada, que escribí en 2016, que una empresa turca llamada TRJet se planteaba volver a fabricar Dornier 328 JET, como paso intermedio para un avión de pasajeros más ambicioso. Bien, pues eso quedó en nada y la empresa desapareció. Pero la versión turbohélice sin embargo se resiste a desaparecer. Una nueva empresa llamada Deutsche Aircraft en Alemania quiere revivir el proyecto. Es irónico que no pueda utiizar el nombre Dornier (es propiedad de Airbus), así que los aviones se llamarán "D328" (no Do328) (¡!). El nuevo avión será ligeramente más grande, tendrá motores modernos y más potentes y está previsto que vuele afinales de este año. Ya veremos...
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Y la cosa no termina ahí. El Centro Nacional de Investigación Aerospacial alemán utiliza un Dornier 328 100 (D-CUPL, de 1996) en un programa de evaluación de nuevos combustibles (Uplift), que incluye combustible de aviación sostenible e hidrógeno. Una maqueta del avión en el stand que tenían en el Salón de París. Francia, 2025. |
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