lunes, 4 de septiembre de 2017

Penguin

El Breese Penguin se diseñó específicamente para NO volar. Lo cual llama la atención en un avión. Pero la lógica de 1917, la fecha de su primer "no vuelo", era que los alumnos pilotos eran demasiado patosos como para romper constantemente valiosos aviones de combate que costaba mucho reparar. O incluso matarse directamente, que ocurría más a menudo de lo que parece.

Muñones de alas arriostradas y tren con patines antivuelco. Cradle of Aviation Museum, Nueva York, USA, 2015.

Así que en lugar de poner al novato en un caro y delicado SPAD S XIII, los yanquis lo colocaban en esta cosa que parece un Blériot XI capao de alas. Como no tenían ni superficie alar ni potencia para volar, pero sí el miserable manejo de los aviones de esa época, al aprendiz de piloto no le quedaba más remedio que lidiar con los vientos cruzados, ausencia de frenos, par motor, y demás lindezas, que hacían en la práctica muy difícil dirigir el avión en tierra.

El motor de 2 cilindros boxer era un Lawrance A-3 de sólo 28 HP, suficientes para no volar.

La Breese Aircraft Corporation de Farmingdale, Nueva York, recibió del ejército yanqui un encargo de 250 (otros dicen 300) de estas máquinas. Que en la práctica no resultaron una idea muy brillante. Pero empezaron a trabajar la idea de simular las condiciones reales mediante máquinas específicamente diseñadas. Fíjense si la idea no era original, y si ha llegado lejos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario