El Grumman
F6F Hellcat ("arpía" o "bruja", para entendernos,
"mujer con mal genio y maneras", no me digan que el nombrecito no
tiene miga) es un avión enorme y pesado. Un monstruo con un motor
tremendo de 18 cilindros en doble estrella, 46 litros y 2.000 CV o más.
Este caza embarcado yanqui de la Segunda
Guerra Mundial pesaba más de 4
toneladas vacío, y unas 7 lleno de gasolina y balas, preparado para
derribar Zeros.
El avión japonés tenía la mitad de potencia, y pesaba menos de la mitad.
A pesar de esa masa y potencia, similar a la de un
bombardero de comienzos de la guerra, el Hellcat era rápido, maniobrable, estable, fácil de volar (desde un portaviones, no lo olviden), de mantenimiento sencillo y muy resistente. Era el avión que
necesitaban los yanquis para imponerse en la Guerra del Pacífico, y un
responsable muy directo de su victoria: más de la mitad de los derribos
conseguidos fueron con este avión. La superioridad
aérea yanqui fue vital (aunque no suficiente) para su triunfo.
Camuflaje marino de 3
tonos. El Hellcat era el preferido de la Marina para los portaviones, más fácil
de volar que el Corsair.
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Me parece un buen ejemplo de cómo la economía americana y su inmensa
capacidad industrial fueron decisivas
para ganar la guerra. Aunque tenían ideas
previas, el equipo de Leroy
Grumman empezó a trabajar en el avión a principios de 1942,
inmediatamente después de la entrada en guerra de los Estados Unidos. El equipo
se centró, teniendo muy en cuenta propuestas de los pilotos de la marina, en hacer un avión netamente superior a su
predecesor, el Grumman F4F Wildcat,
y que pudiera vencer al Zero japonés.
El primer prototipo voló en junio de 1942 (¡en 6 meses!) y el primer avión de producción en octubre de
1942 (¡4 meses después!). En 3 años más,
a un ritmo creciente, Grumman construyó una planta de fabricación nueva (mientras
se construían los primeros aviones) y empleó a miles de hombres y de mujeres
sin experiencia en su fabricación, para construir más de 12.000 Hellcat. En un momento dado salían 500 aviones al
mes, uno cada hora...
Para poder meterlos
dentro de los portaviones se diseñó un ingenioso sistema de plegado, que se
puede ver en este Hellcat de la Royal Navy. Fleet Air Arm Museum, Yeovilton,
Inglaterra, 2010.
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Comparen el tamaño del
piloto y mecánico con el morro del avión. Cradle of Aviation Museum, USA, 2015.
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La hélice tiene 4
metros de diámetro.
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