domingo, 27 de marzo de 2016

Macchi M39

Me gustan las máquinas de carreras italianas pintadas en color rosso corsa. Si además se trata de un hidroavión de carreras ganador del Trofeo Schneider, los ojos me hacen chiribitas.

Los radiadores ocupan una buena parte de los planos y son esenciales para refrigerar el tremendo motor FIAT V 12 de más de 31 litros y 800 CV. Es de 1926 y tiene 4 válvulas por cilindro... Museo Storico di Vigna di Valle, 2008.

El Macchi M39 fue pensado exclusivamente para una cosa: ir lo más rápido posible en la carrera de 1926. Ésta tuvo lugar en Hampton Roads, en la costa este de Estados Unidos, y el recorrido era un triángulo en el que había que completar 350 km dando 6 vueltas.

Imagínense pilotar este chisme a 400 km/h y a unas decenas de metros sobre el mar.

Todo en el M39 estaba pensado por el ingeniero Mario Castoldi para correr: el enorme motoraco, los radiadores de superficie en los planos, el parabrisas carenado con el fuselaje... Dos detalles que me impresionan: el ala izquierda era más corta para facilitar los giros a izquierdas, y el flotador izquierdo tenía menos volumen, para contrarrestar el par de la hélice en el despegue.

Y sigan imaginando cortar potencia y tomar en el agua...

Mario de Bernardi ganó la carrera a casi 400 km/h. Pero también es cierto que la competencia tenia motores algo menos potentes. Cuatro días después consiguió en el mismo avión un nuevo récord del mundo de velocidad a 416 km/h. Castoldi siguió diseñando hidroaviones de carreras más rápidos (aunque Italia ya no volvería a ganar) y posteriormente cazas que participaron en la Segunda Guerra Mundial.

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