El gigante Airbus helicopters es el mayor
fabricante de helicópteros del mundo.
Creo que en parte su existencia se debe al desarrollo del Alouette II,
que fue el primer helicóptero de turbina de gas construido en serie. Voló por
primera vez en 1955 y hay todavía
unos cuantos en vuelo.
Tiene la pinta que
todo el mundo asocia con un helicóptero: una cabina transparente, un rotor,
una cola de celosía y un rotor antipar en el extremo. Se fabricaron unos 1.500
y han hecho de todo: desde rescate
en alta montaña hasta tirar pepinos militares. Siguen
siendo apreciados (incluso aunque se terminaron de fabricar en 1975)
porque tienen un motor fiable, el mantenimiento es sencillo, y son robustos y
versátiles.
Uno de los primeros:
el nº 5 de serie, todavía Sud-Est (SE) 3130. De un lote para la marina
francesa, que los utilizó a partir de 1957 (con tren de ruedas). El helicóptero
está en el impresionante Museo Aeroscopia, Toulouse, 2015. Pero su recuperación
y restauración la llevó a cabo la Asociación
Ailes Anciennes Toulouse.
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La clave de este
éxito estuvo en juntar una turbina
de gas con un helicóptero previo experimental que volaba muy bien, el
Alouette (alondra). Y sobre todo, que el estado francés le dio al constructor
un ultimátum: o lograban poner en
producción un helicóptero en dos años, o dejaban de financiar el programa de
helicópteros.
Para ocupar menos
espacio dentro de los barcos las palas del rótor se podían plegar.
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Vamos con la parte del helicóptero:
La Société Nationale des Constructions Aéronautiques du Sud-Est (SNCASE), para
abreviar Sud-Est, fue el resultado
de la fusión forzosa de 5 compañías privadas aeronáuticas. Una operación más de las
nacionalizaciones del Gobierno francés tras la huelga general de 1937. Una de
las compañías originales era Lioré et
Olivier, que fabricaba con licencia autogiros Cierva C.30 españoles. La compañía resultante siguió con el desarrollo de máquinas
con rotores, incluyendo el Focke-Achgelis
Drache alemán. Después de la guerra hicieron varios diseños de helicópteros
experimentales, hasta llegar al Alouette original
(con motor de pistón).
Este Sud Aviation
SA-313B estaba en vuelo cuando lo vi en la Ferté Alais (Francia) en 2014.
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A los de Sud-Est se les ocurrió quitar el radial de 9
cilindros (que pesaba unos 300 kilos para 200 caballos) y poner una turbina de gas Artouste (unos 100 kilos
y 260 caballos, luego hasta 500), desarrollada
por Turbomeca.
Éste fue el desarrollo crucial: las turbinas de gas pesan menos, son más
potentes, mucho más fiables, tienen menos mantenimiento, y en definitiva han
permitido el desarrollo moderno de los helicópteros.
Este Sud-Est 3130 de
la Gendarmerie también es de los más antiguos (1959). Los años a la intemperie
han oxidado la carcasa de la turbina.
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La foto no es mía: es
una postal de los años 70. Un Alouette II francés en el Refugio de Goritz, en el
Parque Nacional de Ordesa (Huesca), en 1967. Hay gente que se dedica a coleccionar
postales de helicópteros.
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Un SNCASE SE3130 Alouette II en el Deutsches Museum, Schleissheim. Alemania, 2016. |
Un Sud Aviation SE 3130 portugués. En el fabuloso Museo do Ar, Sintra, Portugal, 2017. |
Un Aerospatiale SE 3130 Alouette II de la Armée de Terre. Museo Clmént Ader. Lyon, Francia, 2018. |
Un Alouette II del ejército alemán sin palas. Flugausstellung Peter Junior. Alemania, 2019. |
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