domingo, 20 de marzo de 2016

Lightning

A poco que les guste la historia de la aviación, Vds. ya sabrán cosas del Lockheed P-38 Lightning (rayo), un curiosísimo caza bimotor de la Segunda Guerra Mundial que se fabricó en cantidades tremendas. Y si no es así, hay la tira de libros y páginas web dedicadas a este avión. Así que paso directamente a contarles otras que me parecen interesantísimas y que a lo mejor no son tan conocidas.



Red Bull tiene en su colección un P-38L terminado en metal natural y completamente pulido. Mantiene la matrícula yanqui N25Y y es habitual verlo en shows de toda Europa. Aerotor Show, Valence, Francia, 2018.

Si todavía no han leído la historia del Glacier Girl, se la recomiendo. Merece la pena de principio a fin. En síntesis: estamos en 1942 y la ayuda yanqui a los británicos tiene grave riesgo de terminar en el fondo del mar, por los submarinos nazis. Los americanos deciden arriesgarse y mandarles aviones volando. La patrulla formada por dos B-17E y seis P-38F termina por el mal tiempo aterrizando en un glaciar de Groenlandia. Las tripulaciones se salvan, pero los aviones se quedan allí tirados.




Las tres de arriba, de nuevo el P-38L de Red Bull volando en exhibición, en Duxford (Inglaterra). La pinta estilizada sugiere velocidad. Incluso para las casi 10 toneladas que llegaron a pesar algunas versiones. En el centro, volando en formación con un Vought F-4U Corsair. Las dos de abajo: el acabado en metal natural y la sugerente señora pintada en el morro. Inglaterra 2018 y Austria 2021. 

En los 50 años siguientes, los aviones se fueron hundiendo progresivamente en el hielo. Un equipo de rescate los localizó y decidieron sacar uno de los P-38F, que  "sólo" estaba a 90 metros de profundidad... ¡y lo lograron! Después de 10 años más de restauración el avión volvió a volar en 2002.



Lightnings en USA. Arriba, no es real. En el fabuloso museo Air Zoo de Kalamazoo tienen una replica del 60% del tamaño real de un Lightning, de la que no dicen nada. Centro, en el Museo de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos de Dayton tienen un P-38L (la versión final), aunque está pintado como un P-38J que voló escolta de bombarderos en Inglaterra. Abajo, en el museo de la Experimental Aircraft Association de Oshkosh tienen un P-38L pintado como el P-38J de Richard Bong, un as de la guerra del pacífico. Marge era su novia. Estados Unidos, 2019.

Al parecer sólo quedan diez P-38 en vuelo de los más de 10.000 fabricados. Y claro, son juguetes del tío Gilito: por ejemplo, Glacier Girl es de Rod Lewis, un multimillonario del petróleo tejano, que lo compró por sólo 7 milloncetes de dólares. Para que no esté sólo tiene una colección de otros 30 aviones. El único que hay en Europa es un F-5G de reconocimiento, de Dietrich Mateschitz, el de Red Bull, que lo tiene en el hangar 7 del aeropuerto de Salzburgo, junto con otras 25 joyas...





En el Museo del Aire y del Espacio de Washington tienen Un P-38J en el Centro Udvar-Hazy. Arriba, todo en este avión es largo, fino, esbelto.  El fuselaje central es mínimo: tiene la cabina y las armas o cámaras de fotos. Y a pesar del tren triciclo no se ve mucho... Dos centrales. El P-38 tenía problemas de compresibilidad a mucha velocidad, y se tardó mucho en descubrir la causa. Para remediarlo se instalaron unos flaps por fuera de los motores. Abajo. Parece rápido y era rápido. Y subía a toda leche. Estados Unidos, 2015.

Pero el detalle que me parece más curioso del Lightning es que su ala se utilizó, a escala más grande, para el estupendo cuatrimotor Constellation. Otro de los aviones del apabullante ingeniero Kelly Johnson. Supongo que no tendría tiempo para pensar una nueva...










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