Una de las mayores cagadas aeronáuticas españolas, y no hay exageración, es el transporte militar CASA C-201 Alcotán. En un momento en que el país estaba muy axfisiado en todos los sentidos, se fabricaron más de 100 bimotores de transporte a un coste que no me puedo ni imaginar. Y terminaron, sin haber volado, desconsideradamente convertidos en lingotes de aluminio. Esto lo pagaron los españolitos de la época, claro. Sin saberlo.
El Alcotán no tenía ningún sentido. Era pensamiento y tecnología muy superada: un bimotor de 10 pasajeros con dos motores radiales de gasolina de unos 400-500 HP. Era como medio DC-3. Los yanquis ya habían hecho eso a mediados de los años 30. Pero en 1946 el Ministro del Aire Eduardo González-Gallarza encargó un proyecto que no iría tomando forma hasta 1948, dirigido por Pedro Huarte-Mendicoa, de Construcciones Aeronáuticas, Sociedad Anónima (CASA). El ministerio obligaba a usar los previstos motores de fabricación nacional ENMASA Sirio. No está claro si eran de diseño completamente autóctono o si fusilaron algún diseño previo.
El avión no volaría hasta 1949, y encima con motores británicos Armstrong Siddeley Cheetah. En 1950 el Gobierno encargó 12 modelos de serie preliminar y 100 de serie (¡!). Los preliminares volaron uno con motores Pratt & Whitney Wasp, 8 con Armstrong Siddeley Cheetah y también 3 con el ENMASA Sirio. Pero en resumen, no había dinero para comprar motores fuera y los motores españoles daban la tira de problemas. Sólo se hicieron 30. Simplemente las aleaciones no valían. Otros 11 aviones se completaron con motores británicos Alvis Leonides.
Mientras tanto, en los años 50 CASA seguía haciendo Alcotanes, que se almacenaban en el exterior de la planta de Getafe esperando motores que nunca llegaron. Finalmente en 1962 se canceló el proyecto y 96 aviones fueron a la chatarra. A CASA se le compensó. No hubo dimisiones. Para situarse, por esas fechas el Phantom empezaba a entrar en servicio y los grandes reactores de pasajeros ya estaban poblando el cielo y los aeropuertos del mundo.
CASA por otra parte siguió diseñando y construyendo sucesivos aviones de transporte, como el C-202 Halcón, el C-207 Azor y ya a finales de los 60 entró en la modernidad con el C-212 Aviocar.