miércoles, 30 de diciembre de 2020

Standard J

Si le gustan los aviones y todavía no ha visto The Great Waldo Pepper, deje todo lo que esté haciendo y corra a verla. Robert Redford (qué guapo era el tío) hace de Waldo, un veterano de la I Guerra Mundial que se gana la vida volando y haciendo barbaridades en los años 20. Son impresionantes (las barbaridades), piense que se rodó en 1975 y las escenas son de verdad. No de ordenador.


La Experimental Aircraft Association tiene un Standard J-1 impecablemente restaurado y en vuelo. Pintado como el de la peli. Pero resulta que el que realmente se utilizó fue otro. Oskosh, USA, 2019.


El avión de Waldo es un Standard J, un cacharro absolutamente encantador, de 1916. Es mucho menos conocido que el otro entrenador yanqui de la época, el Curtiss JennySe parecen mucho. Los dos son biplanos biplazas en tándem, hechos en madera y entelados, pensados para el entrenamiento de pilotos militares


No sé por qué, la película se tituló en España "El Carnaval de las Águilas" (¡?). Con 12 años conseguí colarme para verla (era para mayores de 18) y luego cometí el error de contarla en gran detalle. Me cazaron. Pero me dejó muy impresionado.


El Standard se pensó para hacer frente a una posible escasez de Jennies, que al final no se produjo. Pero por si las moscas, 4 compañías incluida la Standard fabricaron la friolera de 1.600 aviones para los militares.


El anemómetro original en uno de los montantes de los planos. Teniendo en cuenta que el avión sobrepasaba por poco los 100 km/h el carenado no parece muy necesario... pero mola.


El avión llevaba un motor al parecer lamentable: el Hall-Scott A-7 tenía 4 cilindros, casi 10 litros y daba 100 HP acompañados de tremendas vibraciones. Eso cuando no se paraba, o se prendía fuego. Entre que no era muy necesario y la mala reputación del motor muchos no llegaron a usarse, permaneciendo embalados en sus cajones (¡!).


En el Owl's Head Transportation Museum tienen un Standard J-1 en vuelo con motor Hispano Suiza. Estados Unidos, 2015.


Al finalizar la guerra, los militares tenían suficientes Jenny y no les merecía la pena remotorizar sus Standard. Algunos fueron desconsideradamente hechos astillas sin haber volado. Otros se vendieron por no mucha pasta a escuelas de vuelo o a pilotos que se ganaban la vida haciendo barnstorming. Esto consistía en ofrecer entretenimiento aeronáutico: desde dar paseos a la gente hasta arriesgadas acrobacias, viajando por las zonas rurales del país.

 

En el Museo de la USAF tienen un Standard J-1 con motor Curtiss OX-6, mucho mejor, pero más caro. Vean el bosque de montantes y cables típicos de los biplanos de la época. USA, 2019.


Y También tienen un Standard J-1 sin entelar, con el motor Hall-Scott original. Fíjense en el escape tipo "chimenea" y en las finas costillas.

Creo que esto se refleja realmente bien en la película. Uno se solidariza con Waldo, que no tiene dinero para ponerle un motor Hispano Suiza nuevo a su avión. También sueñas con llevar a Susan Sarandon ligera de ropa en tu biplano. 



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