viernes, 11 de agosto de 2023

Seremet

Vincent Seremet, un señor danés nacido en 1930 que pueda que siga vivo (lo estaba hace dos años) ha sido inventor y piloto de pruebas de una serie de curiosísimos chismes voladores. Creo que la mejor manera de describirlos en su conjunto es como artilugios de agente secreto (¡!). De hecho, se han utilizado en dos películas de James Bond. Ha construido alas delta, alas volantes, autogiros, cinturones-cohete, helicópteros, paramotores, pendulares con ala delta y algún otro invento raro. Siempre pensados para llevar a una sola persona y de manera muy original. Siempre únicos y nunca comercializados. Creo además que todos volaron, o casi.

 

La única recopilación de los aparatos Seremet que he podido encontrar es este tríptico con fotos, años y breve descripción que se conserva en el Teknik Museum de Elsinor. Todas las fotos en Dinamarca, 2022.

 

Es poco conocido fuera de Dinamarca, pero el legado formado por sus 38 innovadores aparatos impresiona. Muchos se anticiparon a su tiempo. Algunos se conservan en dos museos muy interesantes, el Teknik Museum de Elsinor y el Danmarks Flymuseum en Stauning. Les hago un recorrido aeronáutico breve de sus principales inventos. Es interesante conocer a la persona: lean este artículo con un vídeo donde también se ven en acción algunas de sus creaciones, para hacerse una idea. Está en perfecto danés, pero si no lo dominan hay traductores. De la parte aeronáutica hay realmente muy poco que haya podido encontrar.

 

No me digan que el WS-24 no es un autogiro de aspecto moderno y bonito. Pues es de 1981. Creo que lo podía haber vendido con éxito.

 

Este hombre hijo de madre polaca y padre francés, emigrantes a Dinamarca en 1912, estuvo diseñando, construyendo y probando sus inventos de 1958 a 2012. Seguía saltando en paracaídas con 80 años y en general mostrando una energía e ingenio notables. En realidad era un culo inquieto aeronáutico que simplemente tenía que estar constantemente ideando y probando cosas. Con numerosos accidentes, golpes y roturas de huesos, claro. Consiguió sobrevivir a muchos de sus inventos, de milagro.

 

A la izquierda, el Seremet WS-15 de 1974, su último intento de hacer un helicóptero unipersonal. Lleva tren de aterrizeje, rotor antipar, asiento y dos mandos en las manos. Seguía sin ser práctico.


El Sr. Seremet no recibió enseñanza reglada aeronáutica. De jovencito lo rechazaron para iniciar su formación de piloto porque sólo había completado 7 años de escuela. Aunque luego estudió ingeniería mecánica, se dedicaba profesionalmente a la construcción y varios trabajos diversos. Pero es evidente que su pasión eran sus aerochismes, que inicialmente costeaba él, pero que con el tiempo algo de pasta le dieron. No mucha. La suficiente para seguir inventando. También logró trabajar como piloto de pruebas de sus propias creaciones, en algunas ocasiones.


El WS-21 de 1978 fue uno de sus muchos diseños de paramotores.

 

Seremet empezó haciendo paracaidismo, le fascinaba desde niño. Tras conseguir algo de apoyo de un empresario interesado en sus proyectos, se puso a construir el primero. El Seremet WS-1 era un helicóptero personal que "voló" en 1958. Voló porque se elevó en el aire, pero no tenía rotor antipar y el método ideado para evitar la rotación sobre sí mismo (que ya se había intentado antes), una cola fija para compensar el par, no funcionó. Seremet terminó dando vueltas y estampándose en unos arbustos. 

 


Un maniquí lleva un arnés con el primer helicóptero de Seremet. Vean el cilindro del motor, las tres palas mínimas y la cola fija. No lleva rotor antipar.

 

Seremet seguiría intentando conseguir el helicóptero portátil personal. Creía que tendría mucho interés para los militares. Sus modelos WS-8 (1967), WS 10 (1969) , WS-12 (1971)  y WS-15 (1974) incorporaban rotor antipar. El último se rendía al hecho de que las piernas son un mal tren de aterrizaje y era preferible una plataforma. Nunca consiguió un modelo práctico.

 

Los autogiros fueron con mucho sus diseños más numerosos. Hizo nada menos que una docena, y en un momento dado eran lo suficientemente maduros como para que se hubiera planteado la fabricación en serie. Empezó con un par de autogiro-planeador para el vuelo remolcado tras un coche (WS-2 y WS-4, más adelante también el WS-17), pero posteriormente hizo también autogiros motorizados de despegue a pie (WS-6, WS-13) y sobre todo autogiros como los actuales, con su carro con ruedas y motor (WS-9, WS-11, WS-19, WS-20, WS-24, WS-26 y WS-28). Los números 19 y 28 se utilizaron en dos películas de James Bond y le hicieron relativamente conocido. No sé porqué no utilizó el tirón para vender sus aparatos. Algunos realmente estaban muy bien, como los autogiros comerciales actuales.

 


El WS-9 de 1968 es crudo pero es esencialmente como los autogiros ligeros actuales. Aquí no hay innovación. Bensen ya lo había inventado en los años 50, y a su vez le debía a otros pioneros que empiezan con la Cierva.

 

No tengo pruebas, pero creo que Seremet se aburría de sus propios inventos. Su época más creativa, de 1958 a 1983, sale a un aparato nuevo cada año (¡!). Pero es que además estaba constantemente cambiando de tipo de aparato. Es decir, no tuvo una "época de autogiros", iba intercalando constantemente diseños. Este año toca helicóptero, el siguiente autogiro, el siguiente ala delta, el siguiente paramotor, el siguiente pendular... ¿Se dan cuenta de la capacidad creativa, la paciencia en construir y finalmente la audacia en probar en vuelo sus chismes? ¿Todos los años uno nuevo? ¿Y encima ganándose la vida poniendo andamios y suponemos que haciéndole algo de caso a la mujer y a los dos hijos? Me parece impresionante. Y a la vez algo... obsesivo, como si nunca estuviera contento, como si la fiebre creadora le consumiera, como si probar algo sólo fuera la etapa intermedia para lo siguiente.

 


El Seremet WS-19 de 1976 apareció en una peli de James Bond. Y no me digan si no es moderno y molón: carenado y con misiles.

 

El WS-3 era un ala delta clásica, de las de tipo Rogallo. Pero ojo, esto fue en 1960 (¡!). Es decir, Rogallo ya había creado el concepto y la NASA lo había probado, pero es tres años antes de que el australiano John Dickenson empezara con el deporte. Y pasarían bastantes más antes de la "fiebre" a finales de los 60. Seremet repitió ala delta con la WS-16 de 1974 cuando ya estaba el deporte en auge, pero esta vez con propulsión a cohetes (¡!).

 


El otro Seremet en aparecer en el cine con James Bond fue el WS-28 de 1995.

 

Seremet también se anticipó a los parapentes y los paramotores. Su primer paracaídas motorizado es de 1963, el WS-5. De nuevo, el ser de los primeros no se convirtió en nada tangible y vendible para el mundo aeronáutico. Pero sus diseños WS-21, WS-23, WS-25, WS-27, WS-30 y WS-32 en versiones de despegue a pie y con carro motorizado muestran un dominio singular del concepto, hasta empezar los años 2000. Incluso cuando murió su mujer en 1997, tras un ligero parón, volvió de lleno a por todas.

 

El primer paramotor de Seremet fue el WS-5 de 1963. Esto es tres años antes de la invención oficial del parapente. Vean el carro monoplaza y el motor con la hélice detrás.

 

Seremet hizo también otros aparatos. Dos que hoy llamaríamos ultraligeros pendulares, con ala delta y carro motorizado (WS-7 y WS-22). El primero es de 1965 y es muy anterior a la fiebre ultraligera, pero probablemente le debe de nuevo a la idea original de Francis Rogallo y a que la NASA lo probara en los años 60. También probó vehículos a chorro diversos, como los WS-14, WS-18 y WS-37. El primero es de 1975 y es muy de agente secreto. Al final de su vida aeronáutica, se metió en los proyectos más raros, como las alas volantes propulsadas o no con cohetes y trajes-ala (WS-29, WS-33, WS-34, WS-35, WS-36 y WS-38). Incluso cápsulas de descenso que no entiendo muy bien (WS-31). Para entonces ya había muchos piraos con ganas de notoriedad dedicándose a esto. Pero no hay que olvidar que el Sr. Seremet tenía ya 80 años cuando hizo el último (¡!). Y parece que estaba conjurando la vejez a base de propuestas radicales.

 


El Seremet WS-29 es un ala volante canard de 1996. Tenía entonces 66 años (¡!). Pa haberse matao.

 

Me quito el sombrero ante los logros del Sr. Seremet. Con todo, me parece un pionero en medio de la modernidad. Una de esas personas que da la aviación de vez en cuando. Aunque no tenga "éxito". Impresionante. Espero que haya disfrutado un montón. Lo parece.

 

El WS-37 de 2009 es su penúltimo intento de lograr un vehículo volador personal ideal: salga y llegue a donde quiera volando. Sólo tenía 79 años.

 

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