domingo, 20 de agosto de 2023

Balilla

Los italianos sólo hicieron un caza propio en la Primera Guerra Mundial, ya que utilizaron sobre todo material francés. El Ansaldo A1 Balilla llegó, por poco, a participar en aquella furiosa masacre el último año de la guerra, en 1918. El avión era un desarrollo del más conocido Ansaldo SVA de reconocimiento, y llevaba el mismo enorme motor de 6 cilindros SPA 6A de más de 14 litros y hasta 250 HP. Esto era mucho más que la mayor parte de los cazas de la guerra.

 

Parece que sólo quedan dos Balillas. Éste lo volaba Natale Palli, el piloto que llevó al poeta Grabiele D'Anunzio en un Ansaldo SVA en el famoso raid de propaganda sobre Viena. Está muy deteriorado, la tela de seda es original (¡!). Vean el enorme motor detrás y pintado en el fuselaje a San Jorge escabechando al dragón. Museo Gianni Caproni, Trento, Italia, 2018.

 

A los pilotos locales no les gustaba. Era muy rápido, sí (220 km/h, lógico dado el motoraco que llevaba), pero preferían la maniobrabilidad del Nieuport 17, que llevaba un mucho más común motor rotativo de 110 HP y sólo alcanzaba 170 km/h. El Balilla se llamó así por el apodo de un chaval que supuestamente inició la revuelta contra los Habsburgo en Génova, en 1746. La leyenda popular dice que le tiró una piedra a un funcionario austríaco. Pobres funcionarios. Y a partir de ahí se lió parda. Entre las muchas cosas llamadas Balilla en Italia a mi me gusta un coche FIAT.

 

El Balilla estaba preservado casi intacto desde 1922, en que lo donó la familia de Palli al municipio de Casale Monferrato, donde había nacido. Palli había muerto tras la guerra en 1919 en un raid en que tuvo que aterrizar en los Alpes y se congeló. Se cedió para exposición al museo en los 70.

 

El caza Balilla tardó en llegar al frente y se usó poco. Sin embargo, los polacos compraron en 1919 diez aviones para probar en la Guerra polaco-soviética de 1919-21, pilotados por voluntarios americanos (¡!). Curiosamente éstos estaban encantados con la velocidad y maniobrabilidad del avión (¿a quién creer?). Compraron otros 25 y se pusieron a fabricar con licencia el avión. Al final construyeron 57.

 

Y finalmente parece que van a restaurarlo. "Sólo" va a costar 390.000 euritos. Es decir, casi clavado lo que cuesta una Cessna 172 nueva. Por las muy especializadas técnicas necesarias. Es que tiene más de 100 años. La pena es que cuando terminen se lo llevarán a Casale Monferrato (entre Milán y Turín). Es suyo, ya lo sé, pero lo verá menos gente.

 

Quizá lo más irónico es que Rusia había encargado Balillas a Italia cuando todavía eran aliados en 1918, y el nuevo gobierno soviético mantuvo el trato. Así que estuvieron en ambos bandos (¡!), pero no sé si llegaron a enfrentarse.

En total se hicieron unos 300 Balillas. Ansaldo hizo todo lo que pudo para venderlo en el mercado de la posguerra, pero en general no tuvo mucho éxito. Es curioso que el famoso Eddie Rickenbacker consiguió un récord de velocidad en 1920 con uno. Ansaldo siguió haciendo aviones para los militares en los años 20, incluidos con licencia, pero a partir de ahí se concentró en la industria pesada de blindados, trenes y buques. 

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