miércoles, 16 de agosto de 2023

Messenger

El Verville-Sperry M-1 Messenger es un biplano yanqui chiquito de 1921. Es notable por varias cosas. La primera es que surge de un encargo de 1919 del entonces brigadier general William (Billy) Mitchell, luego famoso por ser precursor de la Fuerza Aérea Yanqui. Mitchell quería una “moto aérea” que llevara mensajes entre las unidades del ejército. De ahí lo de mensajero.
 
Este Messenger es el único auténtico que queda. Era originalmente una versión civil biplaza. Charles Lawrance, el diseñador del motor, fue uno de los dueños. Lo donó al museo Eddy Rickenbacker en 1957. Se restauró como el monoplaza que se enganchó con éxito a un dirigible, pero cuando yo lo vi ya no llevaba ese equipamiento. Museo del Aire y del Espacio, Centro Udvar Hazy, Washington, USA, 2015.
 
El diseñador, Alfred Verville, trabajaba como ingeniero civil en la división de ingeniería del Servicio Aéreo del Ejército. Ya tenía un nombre y se convertiría con el tiempo en uno de las personas más conocidas e influyentes de la aviación americana hasta los años 60. Verville hizo un biplano aparentemente sencillito y cuadrado de madera y tela. Pero estaba bien pensado. Llevaba montantes en lugar de cables, era simple, relativamente barato (unos 70.000 dolores actuales) y volaba muy bien, gracias sobre todo al motor radial de 3 cilindros Lawrance L-4.
 
El Messenger era mínimo. De hecho, es el avión militar yanqui más pequeño que han utilizado. Apenas 6 metros de envergadura y menos de 300 kilos vacío. La velocidad máxima eran 156 km/h.
 
Aunque hubo motores radiales antes, Charles Lawrance hizo los primeros radiales refrigerados por aire realmente fiables, que darían origen a la saga de motores como el Wright Whirlwind – un desarrollo del Lawrance J-1, que propulsó buena parte de la aviación yanqui (y de otros) hasta los años cincuenta. El L-4 ya era un motor bueno. Con 3,8 litros tenía teóricamente 55 HP, pero gracias a la hélice de unos dos metros de diámetro girando a las muy lentas 1.600 rpm, era muy eficiente. El empuje sería parecido al de un Lycoming O-235 actual de 110 HP.
 
Aunque no hay datos de prestaciones en despegue y aterrizaje, con el peso y la potencia disponible el avión debía entrar y salir en sitios muy pequeños, lo previsto para su función de moto aérea.
 
Entonces era normal que el ejército hiciera el diseño y que la construcción se encargara por concurso a una compañía privada. La que recibió los contratos fue la Lawrence Sperry Aircraft Company. Este Sperry era hijo de Elmer Sperry, el de los giróscopos con aplicación en la aviación y fundador de la empresa Sperry original. El hijo inventó en su propia empresa el piloto automático y el horizonte artificial, desarrollos de los inventos paternos, pero también era piloto y un tipo con ideas muy originales.
 
Esta réplica lleva un motor original y dicen que podría volar. En el Museo Cradle of Aviation tienen fotos en las que se ve a Lawrance Sperry en el momento en que le multan por aterrizar en la calle de su casa, aparentemente por exceso de velocidad. No había entonces regulación aérea que te impidiera hacer eso. Nueva York, 2015.
 
De la parte piloto, Sperry se hizo famoso cuando aterrizó en 1922 con su Messenger personal aprovechando la maniobrabilidad del aparato, delante de la escalinata del Capitolio en Washington (vean fotos). Casi termina mal, el pavimento era liso y el avión no tenía frenos. El avión torció, se dirigió a las escaleras y empezó a subirlas dando saltos (¡!). No pasó nada, despegó y volvió a aterrizar de nuevo en el Memorial Lincoln, a un par de kilómetros por el Mall (¡!). Le fue peor al año siguiente. De nuevo en su Messenger intentó cruzar el Canal de la Mancha, se le paró el motor y terminó en el agua. Se cree que se ahogó intentando nadar a tierra, pero el caso es que el avión llegó flotando intacto a la orilla (¡!).
 
El Messenger sería un buen proyecto para una réplica en vuelo. El problema es que no hay motores radiales de 3 cilindros así. Supongo que no sería lo mismo con un Lycoming O-235.
 
Antes de morir, Sperry desarrolló dos ideas muy curiosas con el Messenger. La primera, se le ocurrió diseñar un sistema que permitía engancharse en vuelo a un dirigible, y desengancharse a continuación para seguir volando (¡!). Previamente se habían soltado en vuelo aviones desde dirigibles, pero no recogido. Esto se probó con éxito en 1924, y aunque no se siguió el desarrollo entonces, fue lo que llevó a los curiosísimos portaviones volantes de la década siguiente.
 
Vean los 4 alerones y que elevador y timón son grandes. El avión debía ser muy maniobrable.
 
La segunda idea tuvo a la larga mucha más influencia. Sperry modificó 12 Messenger con un sistema de piloto automático radiocontrolado de su invención para convertirlos en “torpedos aéreos”. Su padre lo había intentado años antes sin éxito. Estos fueron de los primeros precursores de misiles que funcionaron.
 
El perfil es fino y curvado, de baja velocidad. No sé cómo sería el avión utilizado para probar otros perfiles: si le cambiaban todas las alas o dejaban un par de las originales.

Se hicieron 42 Messenger para los militares y no se sabe cuántos, pero varios, Messenger civiles como aviones deportivos. La prevista función de avión de enlace no se utilizó mucho. Pero el avión resultó bastante útil como laboratorio de pruebasLos militares experimentaron con trenes de aterrizaje lanzables y de esquíes. Y la NACA, predecesora de la NASA, utilizó uno para probar varios tipos de perfiles alares en vuelo, de 1923 a 1929. Esto sirvió fundamentalmente para que se dieran cuenta de la necesidad de reducir la resistencia aerodinámica, cosa que se aplicó con éxito para la siguiente generación de aviones que surgirían en los años 30.

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