domingo, 27 de agosto de 2023

Duke

La Beechcraft model 60 Duke (duque), que voló en 1966, es un buen ejemplo de hasta qué punto los yanquis se volvieron locos con los aviones para ricos en los años 60. Lleva hasta 6 personas, está propulsada por dos raros motores Lycoming TIO-541 de 380 HP, está presurizada (puede volar hasta 9.000 metros de altura) y logra cruceros de 400 km/h con alcances de 1.500 o más kilometros. Aunque todo esto no con 6 tipos dentro, más bien ponga 4 o menos, según lo que lleve.

 

Con los años a muchos de estos aviones se les han ido poniendo mejoras. Esta B60 de 1974 (N322RJ) tiene generadores de vórtices, tomas de aire nuevas para los motores, winglets y aletas bajo la cola. Por ejemplo, si la suya no tiene winglets ponerlos le costará unos 20.000 pavos. Ahora, si de verdad quiere gastarse la pasta, pruebe a sustituir los motores de gasolina por dos turbohélices PT6A. En su momento esto costaba casi un millón de dolores. Eso sí, el avión mejoraba en todo. En Friedrichshafen, Alemania, 2017.

 

Además para muchos tiene una pinta estupenda y el refinamiento de ser un producto Beechcraft: con fama de caro, pero bien hecho y con características de vuelo excelentes. Puede ser. Pero lo que no te quita nadie es... pagar. Primero para comprarla. Aunque la más joven es de 1983 espere pagar del orden de 250.000 dolores en adelante. Es cierto que también las hay más baratas, pero luego hablaremos del mantenimiento. Y segundo para volar en ella. Espere gastar del tipo de 170 litros de carísima gasolina de aviación a la hora, más otros 150 litros a contar para el despegue y la subida inicial. A ya casi 3 euritos el litro, haga cuentas... y no es lo de más.

 

Me hace gracia que hay quien dice que a pesar de la pinta afilada la aerodinámica en realidad no está muy conseguida, y encima que se hizo a idea (¡!) para no volar más rápido que la teóricamente muy superior King Air. Despegando en Friedrichshafen.

 

Porque el mantenimiento de estos chismes es demoledor. Además de hangararlo y asegurarlo, una inspección anual le puede costar de 10.000 pavos en adelante. Y la tiene que hacer alguien que conozca bien el avión, que no abundan. Los repuestos son como cabría esperar, carísimos. Y sobre todo el mantenimiento de los motores cuesta mucho, porque además son bastante complejos (llevan turbocompresor integrado) y muy sensibles al maltrato. Un overhaul de motor te puede salir a 75.000 y lo normal es que sean los dos. Si hay que reemplazar cosas como sistema de presurización, tren retráctil, depósitos... encontrará que no las regalan. En resumen, un piso para comprar y otro para mantener.

 

Esta otra Duke B60 sin monadas tiene el aspecto original. Dirigiéndose a despegar a la vista del característico dirigible Zeppelin NT. En Friedrichshafen, Alemania, 2017.

 

Respecto a avionetas similares, si le quitas el plus de pija y mona por ser Beechcraft y miras sólo los números parece que es más o menos como las demás. La Aerostar puede ser algo más rápida, y para algunos una Piper Navajo o una Cessna 421 son mejores opciones. Pero todas en un territorio muy caro y cada vez más en el pasado. No parece que vuelvan a aparecer este tipo de aviones. Si quiere algo equivalente moderno, será algo como una TBM. Mucho más cara todavía.

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