Qué original es
este aparato. Incluso sin fijarnos en su versión
eléctrica, que ya les había comentado brevemente. Se trata de un pendular monoplaza de la clase
120 kilos alemana que consta de dos
partes igualmente notables: un
ala volante A-I-R
Atos y el carrito que lleva
al piloto.
Esta versión ME (eléctrica)
está montada sobre una plataforma para mostrar a los impresionados clientes como se
pliega el tren. Aero Friedrichshafen, Alemania, 2016.
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Aunque se le pueden montar otras alas, el ala volante rígida Atos impresiona. Tiene mandos aerodinámicos (spoilers y flaps), además de estar también pensada para el control por
el desplazamiento de peso. Lleva una breve "colita" con la que gana en estabilidad. Y sobre todo vuela mucho: con ella el Silent Glider
M consigue 20:1 de planeo y un
respetable crucero de 90 km/h. Y
aunque no tan fácil de guardar ni tan compacta como un ala delta tradicional,
sigue siendo posible plegarla o desplegarla en 18
minutos (dicen) en un paquete relativamente reducido (5,8 X 0,48 X 0,2 metros).
El fuselaje con la
viga central del ala que termina en la diminuta cola.
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El carrito también es
notable. Tiene tren totalmente retráctil,
cabina de burbuja "casi"
cerrada (inevitablemente hay que dejar en el techo un bujero para que pase el
mando del ala) y motor trasero con hélice
plegable.
Refinada hasta los
extremos: el ala lleva winglets ultramodernos.
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Al final tienes un ULM sofisticadísimo,
que cuesta una pasta (25.000 talegos) y que seguro que despierta interés donde
vayas.
Pero... por otro lado pienso que quizá todo este lío y
complicación para volar un pendular muy ligero es excesivo.
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