La Aviat A1 Husky (por el perro) es un avioneta yanqui biplaza, especializada en tomar en sitios malos y difíciles (bush plane), que se sigue vendiendo en la actualidad. Se parece mucho a una Piper Pa-18 Super Cub, y eso es totalmente intencionado. Porque lo que pretendían sus creadores era hacer una Super Cub... mejor. Pero no es una Super Cub modificada, es un avión completamente nuevo. Que en buena medida consiguió su objetivo.
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Arriba, la primera Husky que vi fue la remolcadora del Club Loreto, donde fui a un encuentro de planeadores antiguos con mi Falke. Es un modelo A1 original. En la hierba de Santo Tomé, Segovia, 2007. Abajo, la Husky tiene ventaja para los planeadores antiguos porque puede remolcar despacio gracias a los flaps (fíjense que están desplegados). Íbamos camino de la sierra en este Slingsby T-21 remolcados a unos tranquilos 85 km/h, frente a los más apresurados 120-130 km/h en un "plástico". |
Su creador, Frank Christensen, se especializó primero en equipamiento para aviones acrobáticos, como sistemas de combustible para vuelo invertido y cosas así. Luego se fijó en la Pitts Special y creó un avión acrobático de construcción amateur, la Christen Eagle. Que se parece mucho a la Pitts. Pero que también es nuevo y muy mejorado. Y en 1982 se hizo con la certificación de tipo y la empresa que construía las Pitts, en la práctica "copando" el mercado de biplanos acrobáticos.
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Una Husky A-1B despegando. Vean las grandes ruedas "tundra" y el considerable contenedor bajo el fuselaje para aumentar la capacidad de carga. Ambas cosas quitan velocidad, pero multiplican las posibilidades del avión. Oshkosh, USA, 2019. |
En 1985 vio que los biplanos acrobáticos eran un tipo de avión demasiado nicho y pensó en revivir el avión ligero para sitios difíciles por excelencia, la Super Cub. En medio de la crisis de la aviación general en USA, Piper había dejado de fabricarlas, y sólo Maule hacía algo similar, pero muy poquitas. Mr. Christensen se dirigió a Piper con ánimo de comprar, pero al parecer le pidieron demasiado dinero por el diseño. Así que decidió partir de cero y crear un avión nuevo.
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Una Husky A1-C con flotadores en Oskosh. USA, 2019. |
Dense cuenta que en ese momento la crisis de la "aviación general" yanqui era enorme. Por diversas causas, entre las que destacan la barbaridad de aviones que se habían fabricado, la primera crisis del petróleo y las indemnizaciones millonarias por responsabilidad legal de los fabricantes, era un momento malísimo para hacer aviones. Christen se puso a trabajar con su ingeniero Herb Andersen y lograron diseñar, construir, y certificar el avión en un tiempo récord de 18 meses (¡!).
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Una Husky A1-C de visita a un Fly-In en Santa Cilia. Arriba, vean los flaps desplegados. Abajo, en el aparcamiento. Con su vista de halcón se habrán fijado que hasta ahora todas las Huskys que les he mostrado tienen en la cola una figura del perro. Huesca, 2015. |
El nuevo avión tomaba como base conceptual la Super Cub, pero introducía muchas mejoras. La construcción y la configuración eran las mismas: ala alta convencional, fuselaje de tubo de acero soldado, alas de aluminio y todo entelado. Pero tanto alas como fuselaje eran más grandes, ponían un motor de 180 HP (en lugar de hasta 150 HP en la Super Cub), hélice de velocidad constante, flaps mejorados y una multitud de pequeños detalles, que habían obtenido preguntando a los operadores del clásico de Piper.
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El Club de Vuelo a Vela Adele Orsi de Varese, cerca de los Alpes, tiene una de las colecciones de remolcadoras más completa que conozco. Entre ellas, esta Husky A1 de 1999 con su original matrícula. Como ven, no hay que preocuparse, no te obligan a llevar el perro en la cola si no quieres. Italia, 2022. |
Para más mérito, la Husky es un avión creado por ordenador, de los primeros ligeros en usar los métodos modernos (¡!). Y por tanto está optimizado con respecto a su ilustre antecesor en todos los sentidos. Se supone. El prototipo voló en 1986 y estaba certificado (y en producción) para 1987.
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Lo de ir de camping en un avión que cuesta más de medio millón es un poco un contrasentido capitalista. Estos dos querían cada uno su pisito. Una de las áreas de aparcamiento de Oshkosh con una Husky A1-C de 2008. USA, 2019. |
El avión se ha vendido bien pero nada que ni se acerque a la Super Cub. No he encontrado cuántos se han hecho, pero puede que unos mil, para una larguísima producción en este momento de casi 40 años. Luego en realidad sale de media 25 al año... que tampoco es la repera. La Piper Super Cub por su lado estuvo 42 años en producción (con un ligero intermedio) y no sé muy bien cuántas se hicieron, pero más de 10.000, muchas de las cuales siguen en vuelo.
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Siempre hay quien te gana. Esta Husky A1-C no sólo lleva unos flotadores anfibios para tomar en tierra y en agua. La tienda de campaña es de luxe XL y más familiar. Podrían al menos haberla comprado con colores a juego. Qué descuidaos. Oshkosh, USA, 2019. |
En todo ese largo período el avión ha ido mejorando. En general se ha ido aumentando el peso máximo, la potencia y varios detalles en busca de mayor practicidad. La Husky A-1 tenía un motor Lycoming O-360 de 180 HP y el peso máximo era 816 kg. La A-1A mejoró a 857 kg con el mismo motor, la A-1B podía montar un motor de 200 HP. El modelo actual (desde 2007) es la A-1C, que lleva un motor de 180 HP y mejora hasta 998 kg, o uno de 200 HP y hasta 1.021 kg. Esto está bien para un avión que pesa algo menos de 600 kg vacía en su versión más pesada, con lo que cuentas con 400 o más kilos para gasolina (190 litros X 0,72 = 137 kg), hasta dos personas y cosas.
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Una Husky A1-B despegando con sus flotadores anfibios. Es verdad que te permiten tierra y agua, pero pierdes una parte importante de las características STOL ya que no puedes tomar de 3 puntos. Además valen una pasta, quitan carga útil y velocidad, y hacen el manejo más delicado. Entre otras cosas, hay que acordarse de sacar las ruedas cuando tomas en tierra y meterlas cuando lo haces en agua, claro. Si lo haces al revés... mal rollo. Pero te abren el mundo del agua. Fíjense en los suplementos verticales en la cola para aumentar la estabilidad. Oshkosh, USA, 2019. |
El avión destaca por meterse en sitios pequeños y malos, incluso con la configuración de serie. Pero no es un helicóptero y como todo avión de este tipo exige experiencia y saber mover los pies. Por otra parte no es un avión de carreras, pero tampoco es lento, con cruceros de 200 km/h en adelante. El consumo de su gran motor de casi 6 litros y 180 - 200 HP es de unos 30-40 litros a la hora.
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En la colección de Red Bull del famoso hangar 7 de Salzburgo tienen una Husky A1-B anfibia. Fíjense que no lleva los suplementos verticales en la cola. Y por tanto será más delicada de volar, con menos estabilidad. Vean también el peazo de monoplaza de fórmula 1, mucho más potente y rápido con un motor diminuto en comparación. Austria, 2021. |
Muchos compradores buscan sin más un avión duro que puede despegar y tomar en sitios cortos y malos. Es decir, el sueño de ir a ese sitio bonito e inaccesible donde estás solo con el paisaje y los bichos. Al que vas con otra persona, una tienda y ganas de que te piquen los mosquitos. Depende de lo que le pongas (ver luego) pero la broma está desde unos 600.000 dolores. Más traerla del lejano Wyoming y pagar impuestos. También hay de segunda mano, claro. Otros usos habituales son diversas tareas de observación (de bichos, de fronteras, de... lo que quieras) y para remolcar veleros. En esto último es bastante buena, pero en la práctica tampoco hay tanta diferencia con una Robin DR400 Remo.
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Un par de Huskys A1-C en el puesto de Aviat en Oshkosh. Pintadas a la tradicional en amarillo Piper Cub. USA, 2019. |
También se le pueden poner trenes de aterrizaje especializados, de los que hay tres: Las grandes ruedas tipo "tundra" para aterrizar prácticamente en cualquier parte, los esquíes para la nieve y los flotadores. De estos dos últimos se puede olvidar en este país. Pero molar, molan.
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Otra Husky A-1C en Oshkosh. Que ha venido sin tienda. Seguramente un comodón que duerme en un hotel. USA, 2019. |
¿Me compraría una Husky? Más bien no. Me parece un avión atractivo, debe volar bien, están probadas su robustez y buenas características. Pero son muchos dineros de cualquier modo. Y creo que preferiría el original a la copia, aunque sea una copia mejorada. Es lo que tiene el gusto por los clásicos.
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Esta Husky A1-B británica no es el avión ideal para ir a la feria AERO en el sur de Alemania, pero allá que se fueron. Con su perro en la cola y pintados de amarillo. Friedrichshafen, Alemania, 2017. |