lunes, 24 de mayo de 2021

Easy Riser

El acuerdo oficial actual es que el primer ultraligero moderno se debe a un americano llamado John Moody, que en 1975 instaló un motor de motosierra con una hélice propulsora en un ala volante biplana Easy Riser ("sube fácilmente"), pensada para volar sin motor. La idea era prescindir de las laderas necesarias para iniciar el vuelo, tener más libertad de salir de cualquier parte y volar sin necesidad de buscar ascendencias. 

Este Easy Riser mostraba un orgulloso cartel: "el primer ultraligero motorizado", en el área de ultraligeros de Oshkosh. 44 años después es más bien una curiosidad. Sigue habiendo ultraligeros muy sencillos y relativamente baratos con el mismo espíritu, pero ya no hay la "fiebre" de los 70 a 90. Estados Unidos, 2019.

Esto rápidamente se convirtió en una "fiebre del vuelo" y en un resurgir de la aviación ligera con motor, centrado en el vuelo sencillo, barato y sin complicaciones. Hasta cierto punto, porque inevitablemente los "ultraligeros" se han ido complicando y encareciendo con el tiempo... Por otra parte, la idea era bastante evidente, y otros hicieron algo parecido casi al mismo tiempo. Da igual, no le quita mérito.


El diseño aparentemente sencillo tiene más complicación aerodinámica de lo que parece. Vean los timones de dirección en los extremos de las alas. Al fondo se ve un Quicksilver, que ha tenido muchísimo más éxito.


Pero volvamos al avión, que es muy interesante. El Easy Riser era una versión mejorada del Kiceniuk Icarus II, a su vez un perfeccionamiento del Icarus. Me encanta la historia que llevó a que estos curiosos chismes volaran. Se la voy a resumir, por un lado tiene la fascinación de unos pioneros haciendo algo completamente nuevo, pero por otro en realidad estaban reinventando la pólvora.


El espíritu original de los ultraligeros: avión mínimo, tren sencillo, volar al aire con un motor de un cilindro. Al fondo, unas cuantas Beechcraft Bonanza: todo lo contrario.


A finales de los 60 y principios de los 70 las alas delta tipo Rogallo se hicieron muy populares en USA. Pero en las reuniones de aficionados también había otros chismes. En una de ellas, estamos en California en 1971, Taras Kiceniuk hijo y una banda de amiguetes llevó su Rogallo de bambú y plástico, mientras que otros  tenían biplanos tipo Chanute. Taras Kiceniuk padre veía los denodados esfuerzos por volar de aquellos chiflados


Creo que me animaría a dar una vuelta en un Easy Riser. Al menos en la versión motorizada y con tren.


Todos ellos en general planeaban poco, la maniobrabilidad era mala, y había accidentes y roturas con frecuencia. Según Kiceniuk (padre) dió con el posible desarrollo: un ala biplana con perfil rígido y alas en flecha con perfil autoestable y superficies de mando. Digamos una mezcla de cualidades de alas delta y biplanos Chanute, más aumentar la maniobrabilidad con mandos aerodinámicos. Esto era conocido desde hacía tiempo, pero la idea de hacerlo de manera sencilla y barata, para el vuelo de recreo, era algo completamente nuevo.



Kiceniuk (hijo) se puso a la tarea de construir el nuevo aparato, que llamó Icarus. La estructura era de tubos de aluminio, las costillas de poliestireno y el recubrimiento de plástico transparente. No había tren, el piloto cogía el armazón de tubos inferior con las manos y se lanzaba ladera abajo contra el viento. En vuelo se sentaba en un mini-asiento y apoyaba los pies en los tubos delanteros. Desplazando el cuerpo adelante y atrás se conseguía mando de profundidad. Y con una palanca accionaba dos timones en los montantes exteriores para girar.


Otro Easy Riser motorizado colgado en uno de los edificios de expositores.


Icarus planeaba bastante más que las alas delta Rogallo, y sobre todo era mucho más maniobrable. El joven Kiceniuk rápidamente aumentó la duración de sus vuelos y aprendió a aprovechar mejor las ascendencias, subiendo por encima del despegue. Es decir, como los pioneros del vuelo sin motor de los años 20. En 1972 hizo una versión mejorada, Icarus II. Volaba a unos 35-40 km/h y tenía un planeo de 8-9. Este avión se hizo un nombre entre los aficionados y pronto hubo mucha demanda. 



El Easy Riser de vuelo libre era una versión mejorada del Icarus II que desarrolló un Sr. llamado Larry Mauro. Y cerramos el círculo: John Moody dio el siguiente paso al motorizar el Easy Riser. Posteriormente, Mauro y Moody crearon una empresa llamada Ultralight Flying Machines para comercializarlo.

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