lunes, 24 de mayo de 2021

Icarus II - Easy Riser

Actualizado en agosto de 2025

Pasa el tiempo y cada vez veo más improbable volar en un ala volante rígida de vuelo libre. Y en su tiempo faltó poco para animarme. Lo malo es que coger a pulso un chisme que pesa 25 kilos, estar esperando el momento óptimo y lanzarse corriendo ladera abajo para salir volando (si hay suerte) parece muy cansado. Ahora, una vez en vuelo tiene que ser magnífico. Para volver a sufrir al aterrizar, porque el tren son tus patitas (¡!).



Arriba, pioneros oscenses. Tras aprender a volar con interminables sesiones de tirarse ladera abajo sin viento, un día de viento por fin consiguen un vuelo excelente... de más o menos un minuto. Centro. Antes del día de vuelo había que montar el ala. Abajo. También volaron con motor y un sencillo tren. En los alrededores de Huesca a finales de los 70.


Suponiendo que fuera factible en todos los sentidos, ¿en qué me gustaría volar? No me apetecen las primeras alas delta: planeaban poquísimo (1:3 - 1:4) y tenían muy poca maniobrabilidad. Tampoco me apetece en realidad el otro extremo, un velero de microsustentación como el Archaeopteryx (planea 1:28, como un Blaník), porque es un lío. Lo que creo que me gustaría más es resucitar algo como un ala Quicksilver (1:7, menos que los mejores parapentes actuales)y sobre todo las que considero más originales: las alas volantes Icarus Easy Riser que les muestro.
 
En el Norfolk & Suffolk Aviation Museum tienen un ala Kiceniuk Icarus II original de 1974. Vean que en la práctica las Easy Riser eran igualitas a las Icarus. Y que tiene un tren de ruedas para evitarse el aterrizar con las patas. Inglaterra, 2018.
 
No sólo son curiosas, el acuerdo oficial actual es que el primer ultraligero moderno se debe a un americano llamado John Moody, que en 1975 instaló un motor de motosierra con una hélice propulsora en un ala Easy Riser. Esto rápidamente se convirtió en una "fiebre del vuelo" y en un resurgir de la aviación ligera con motor, centrado en el vuelo sencillo, barato y sin complicaciones. Por otra parte, la idea era bastante evidente, y otros hicieron algo parecido casi al mismo tiempo. Da igual, no le quita mérito.
 
Este Easy Riser mostraba un orgulloso cartel: "el primer ultraligero motorizado", en el área de ultraligeros de Oshkosh. 44 años después es más bien una curiosidad. Sigue habiendo ultraligeros muy sencillos y relativamente baratos con el mismo espíritu, pero ya no hay la "fiebre" de los 70 a 90. Estados Unidos, 2019. 
 
Pero hoy quiero centrarme en la historia de estas originalísimas alas volantes biplanas tal como fueron concebidas, para volar sin motor. Me encanta la historia de estos curiosos chismes. Se la voy a resumir, por una parte tiene la fascinación de unos pioneros haciendo algo completamente nuevo, pero por otra en realidad estaban reinventando la pólvora.
 
El diseño aparentemente sencillo tiene más complicación aerodinámica de lo que parece. Vean los timones de dirección en los extremos de las alas. Al fondo se ve un Quicksilver, que ha tenido muchísimo más éxito. USA, 2019.
 
A finales de los 60 y principios de los 70 las alas delta tipo Rogallo y las reuniones de aficionados a ellas se hicieron muy populares en USA. En una de ellas, estamos en California en 1971, Taras Kiceniuk hijo y una banda de amiguetes llevó su Rogallo de bambú y plástico. Otros lo intentaban con biplanos tipo Chanute. Taras Kiceniuk padre veía los denodados esfuerzos por volar de aquellos chiflados. 
 
El espíritu original de los ultraligeros: avión mínimo, tren sencillo, volar al aire con un motor de un cilindro. Al fondo, unas cuantas Beechcraft Bonanza: todo lo contrario. USA, 2019.
 
Todos ellos en general planeaban poco, la maniobrabilidad era mala, y había accidentes y roturas con frecuencia. Según Kiceniuk (padre) dió con el posible desarrollo: un ala biplana con perfil rígido y alas en flecha con perfil autoestable y superficies de mando. Esto era conocido desde hacía tiempo, pero la idea de hacerlo de manera sencilla y barata, para el vuelo de recreo, era algo completamente nuevo.
 
Creo que me animaría a dar una vuelta en una Easy Riser. Al menos en la versión motorizada y con tren. USA, 2019.
 
Kiceniuk (hijo) se puso a la tarea de construir el nuevo aparato, que llamó Icarus (el de las plumas pegadas con cera). La estructura era de tubos de aluminio, las costillas de poliestireno y el recubrimiento de plástico transparente. No había tren, el piloto cogía el armazón de tubos inferior con las manos y se lanzaba corriendo ladera abajo contra el viento. En vuelo se sentaba en un mini-asiento y apoyaba los pies en los tubos delanteros. Desplazando el cuerpo adelante y atrás se conseguía mando de profundidad. Y con una palanca accionaba dos timones en los montantes exteriores para girar.
 
De nuevo la Kiceniuk Icarus II. Inglaterra, 2018.
 
Icarus planeaba bastante más que las alas delta Rogallo, y sobre todo era mucho más maniobrable. El joven Kiceniuk rápidamente aumentó la duración de sus vuelos y aprendió a aprovechar mejor las ascendencias, subiendo por encima del despegue. Es decir, como los pioneros del vuelo sin motor de los años 20. En 1972 hizo una versión mejorada, Icarus II. Volaba a unos 35-40 km/h y tenía un planeo de 8-9. Este aparato se hizo un nombre entre los aficionados y pronto hubo mucha demanda. 
 
Otro Easy Riser motorizado colgado en uno de los edificios de expositores. USA, 2019.
 
El Easy Riser ("sube fácilmente") de vuelo libre era una versión mejorada del Icarus II, que desarrolló un Sr. llamado Larry Mauro. He tenido la suerte de conocer a un grupo de simpáticos apasionados del vuelo que en su momento se trajeron de USA un ala Easy Riser y la volaron en las cercanías de Huesca (¡!). De hecho aprendieron a volar "tal cual" (sin instrucción reglada alguna) y consiguieron algunos vuelos memorables. Luego se dedicaron al vuelo sin motor.
 
¿Una propuesta también para nuestros tiempos? USA 2019.
 
Y cerramos el círculo: John Moody dio el siguiente paso al motorizar el Easy Riser en 1975. Posteriormente, Mauro y Moody crearon una empresa llamada Ultralight Flying Machines para comercializarlo. Y así se puso en marcha la "explosión" de la aviación ultraligera a finales de los 70. No está mal.
 
El vuelo con lo mínimo. USA, 2019.

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