La manera como Steve Wittman concibió y voló este radical avión de carreras impresiona. Con su Chief Oshkosh en 1931 y con el Pobjoy Special en 1933 había tenido éxito en las carreras digamos "menores". Pero en 1934 decidió que iba a competir en el Trofeo Thompson, donde no había límites: haga Vd. lo que quiera, incluido poner el motor más potente que encuentre, en el avión más enloquecido que sea capaz de construir, para volar más rápido que los demás en un circuito cerrado (¡!).
Bonzo no era precisamente una belleza. Cuadradote y funcional, sin embargo servía a su propósito. Se conserva en el Museo de la Experimental Aircraft Association. Oshkosh, USA, 2019. |
El primer ganador del trofeo fue el Mystery Ship en 1929 (a 313 km/h con un motor de 400 HP). En años sucesivos los ganadores fueron subiendo potencia y velocidad: en 1930 el Laird Solution tenía 470 HP y ganó a 325 km/h. En 1931, el Gee Bee Z tenía 535 HP y ganó a 380 km/h. En 1932, el Gee Bee R-1, 800 HP y 407 km/h. Y en 1933 el Wedell-Williams 44, 1.020 HP, se quedó en "sólo" 383 km/h.
Aunque aterrizar y despegar con ese tren y esas ruedas no debía ser para cualquiera, parece que Bonzo en el aire tenía razonables buenas maneras. |
Wittman tenía pocos dineros. Le dio para comprar un motor Curtiss D-12, un motor V-12 estupendo que había tenido gran éxito en las carreras de los años 20 y que se había utilizado en varios cazas, inspirando además muchos sucesores. Pero su motor, además de ser de segunda mano (¡!), estaba ya obsoleto en comparación con los nuevos radiales, y sobre todo tenía unos magros 485 HP (¡!). Su nuevo Bonzo de 1934 era feo de c... Un ejercicio de como hacer un avión lo más pequeño y ligero posible alrededor del tremendo motor. Les recuerdo además que Whittman no tenía ningún tipo de formación reglada en ingeniería.
Bonzo (por un personaje de comic) no ganó nunca en las carreras. Pero siempre impuso un tremendo respeto a sus contrincantes. Llegó tarde a las carreras de 1934, pero en 1935 quedó segundo detrás del Howard Mr. Mulligan (con 850 HP ganó a 354 km/h). En 1936 no pudo competir porque casi pierde el avión en un incendio. Ganaron los franchutes con un Caudron C.460 (mucho más fino y con sólo 310 HP consiguió 425 km/h).
En 1937 casi ganó: no sólo tenía el mejor tiempo en las mangas previas, Bonzo iba líder las primeras 18 vueltas (de 20) cuando el motor le falló y quedó... quinto. Ganó el Folkerts SK-3 (400 HP y 413 km/h). En 1938 quedó tercero con un radiador que perdía agua, y el ganador fue el Laird-Turner Meteor (1.000 HP y 456 km/h). Y en la última carrera de antes de la guerra en 1939 quedó quinto (de nuevo ganó el Laird-Turner Meteor a 455 km/h). Por aquel entonces, el avión, constantemente tuneado, era capaz de alcanzar los 523 km/h, más que cualquier caza americano en ese momento.
Wittman volvió a las carreras ilimitadas tras la guerra, pero la época de los aviones de construcción amateur había pasado. Los cazas de la Segunda Guerra Mundial con sus enormes motores dominarían de ahí en adelante. Sin embargo, en las categorías limitadas siguió cosechando éxitos durante muchos años.
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