El Gérin Varivol V-6E está entre los aviones más genuinamente raros que conozco. Pensado como avión de carreras y experimental en 1938, llevaba un ala de geometría variable, con dos sistemas para cambiar la configuración. El primero consistía en unas alas telescópicas, que aumentaban la envergadura de 8 a 13 metros. Y el segundo, que funcionaba a la vez que el primero, era que al salir las alas exteriores la parte interior aumentaba de cuerda gracias a una sección central plegable con recubrimiento flexible de goma (¡!).
Se lo explico, aunque lo más sencillo es verlo. ¿Por qué este follón? Para ir rápido se necesita poca superficie alar. En este avión tal como se lo muestro las alas son pequeñas, finas y estrechas. Pero para aterrizar y despegar a una velocidad razonable necesitas más sustentación. Lo que hace casi todo el mundo es por ejemplo poner flaps. Gérin hizo algo mucho más complicado.
Las alas podían extenderse a lo largo de sus largueros aumentando la envergadura. No sé exactamente cuál es el mecanismo, pero por las fotos del museo pienso que llevan largueros interiores de sección cuadrada y que las alas pequeñas extensibles van montadas sobre un larguero exterior desplegable, también cuadrado y externo al interior.
Al mismo tiempo se sacaban unas costillas que estaban apiladas juntas en el fuselaje, con un recubrimiento flexible de goma, desplegando unas secciones internas del ala con el triple de cuerda, aumentando la superficie muchísimo (¡!). El avión totalmente extendido quedaba rarísimo, con unas secciones de las alas interiores anchotas de las que salían unas exteriores finísimas (¡!).
Pintado en azul de carreras francés, el avión es largo y afilado. Las alas exteriores plegadas parecen insuficientes para que vuele.
El avión nunca voló. La idea inicial era competir en la Copa Deutsch de la Meurthe de 1938, que no se llegó a celebrar. Después de la guerra Gérin probó el avión en 1946 en el túnel de viento de Chalais Meudon. Aunque sobre el papel combinaba una velocidad máxima de 455 km/h con una pérdida de 92 km/h, una nueva era de la aviación estaba empezando y el avión era un lío ya trasnochado.
Por otro lado, toda esta complicación en general no añadía mucho. Los aviones "normales" de competición ya volaban a las velocidades previstas pocos años antes. Todo el lío alar añadía complicación y peso (casi tenelada y media al despegue).
El avión también es raro porque es un genuino avión "de granja". Tras las pruebas se guardó al fondo de un granero y el propietario en general se olvidó de él. Casi 50 años después en el año 2000 la granja se vendió y el nuevo propietario descubrió aquel chisme, que finalmente llegó al museo de Angers y se restauró. También es curioso que el avión no tenía su motor original Renault de 275 HP. Al parecer el propietario original se endeudó con el mecánico local y le pagó con él... (¡!).
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