sábado, 14 de diciembre de 2019

Howard DGA-15

Benjamin Howard fue un tipo peculiar. Con sólo 18 años se compró en 1922 un biplano Standard J de segunda mano y aprendió a volar, él solito. Más o menos. Se estrelló y aunque vivió para contarlo se rompió una pierna (la primera vez, y hubo suerte: el pasajero palmó). El primer avión que diseñó y construyó fue un derivado del Standard J para un contrabandista de alcohol (estamos en la época de la Ley Seca). El cliente, al parecer satisfecho, dijo que "era un avión cojonudo" (damned good aeroplane). Así que Howard decidió llamar a todos sus aviones con esas siglas: DGA. Cosas de yanquis.


Arriba, NC66294 es un Howard DGA-15P con motor Pratt & Whitney R-985 construido como GH-3 Nightingale para la marina en 1943. Abajo, alas, cola y fuselaje tienen formas redondeadas. Oshkosh, Wisconsin, USA, 2019.

En los años 30 Howard se dedicó a construir y volar aviones de carreras, con notable éxito. Aunque está claro que tenía "olfato de competición", buenas ideas y era un piloto extraordinario, Howard sólo había completado el bachillerato. Así que hizo equipo con un ingeniero, Gordon Israel

N28259 se construyó en 1941 como GH-1 para la marina. Oshkosh, Wisconsin, USA, 2019.

El más famoso fue el DGA-6, conocido como "Mister Mulligan". El propio Howard reconoció que se había inspirado en el Monocoupe. Howard e Israel ganaron en el avión el trofeo Bendix a la friolera de 384 km/h de media. Y otro piloto, Harold Neumann, lo utilizó para ganar también el trofeo Thompson en las carreras de 1935. Fue la primera y única vez que un avión conseguía los dos trofeos.

Este aeromodelo grandote sirve para que se hagan una idea de como era Mister Mulligan. Valladolid, 1992.

Mister Mulligan no era el avión de carreras más potente de la época, pero iba más que bien servido con un peazo de radial Pratt & Whitney Wasp de 850 HP. Eso y la atención al detalle aerodinámico le dieron la victoria. Pero al año siguiente la suerte se acabó: Howard volaba con su mujer de nuevo la carrera Bendix en el Mister Mulligan, pero una pala de la hélice se soltó y se estrellaron. Howard se volvió a partir la pierna y esta vez la perdió. El favorito Roscoe Turner también rompió el avión. Y eso hizo que ganaran dos chicas desconocidas en un Beechcraft Staggerwing.

NC68231 era originalmente una versión ambulancia GH-2 de la marina construida en 1943. Oshkosh, Wisconsin, USA, 2019.


¡Pero no hay mal que por bien no venga! Con la fama obtenida Howard fundó la Howard Aircraft Corporation y se dedicó a construir derivados del avión de carreras. Los sucesivos DGA-8, -9, -11 y -12 eran prácticamente como el Míster Mulligan, pero con motores más modestos. Eran avionetas de 4 plazas, rápidas, lujosas y caras, que encontraron ricos clientes ávidos de volar tan rápido como las nacientes aerolíneas en sus DC-3.

Un Howard DGA-15P de camping. Oshkosh, USA, 2019.

El último derivado del Mister Mulligan es el Howard DGA-15 de 1939. Se sigue pareciendo mucho, ala alta, tren con rueda de cola y motor radial. Un clásico yanqui de la era dorada. Pero es más grande y no es un avión de carreras, tiene una amplia cabina para 5 personas. El ala es de madera y el fuselaje de tubo de acero (como deben ser los aviones). Según la versión lleva un motor Jacobs (330 HP), Pratt & Whitney (450 HP) o Wright (350 HP).

Saliendo a pista. Oshkosh, USA, 2019.

El DGA-15 estaba pensado para competir con los aviones ejecutivos de la época, fundamentalmente el Beechcraft Staggerwing y el Stinson Reliant. Era un avión caro que se hacía prácticamente uno a uno, a mano, pero que ofrecía lujo, estabilidad, alcance y rapidez (más de 300 km/h de velocidad máxima). Howard ofrecía una nueva limusina del aire y le dio tiempo a construir unos pocos.


Arriba, el primer morro es de la competencia: un Stinson Reliant con el carenado abombado para cada cilindro. Los otros son todos capós anulares lisos de Howard DGA-15. Abajo, las características y elegantes colas de los Howard DGA-15.

Pero vino la Guerra y se jorobó. Se acabó el construir aviones para ricos. Howard se puso a construir versiones militares, que la marina yanqui utilizó como ambulancia, entrenador instrumental y enlace. Hasta 1944 se hicieron casi 500, que son la mayor parte de los que quedan hoy. Howard en realidad perdía dinero construyéndolos y finalmente tuvo que cerrar la empresa al acabar la guerra.

En el Museo Air Zoo tienen un Howard GH-2 Nightingale de la marina construido en 1939. Kalamazoo, USA, 2019.

Tener y volar hoy en día un Howard implica habitualmente una muy larga y muy costosa restauración, o tener mucha pasta, o ambas. Pero menudo avionazo: clásico, bonito, con estilo

Zona vintage. Oshkosh, USA, 2019.

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