Los yanquis llevaron su línea de aviones de observación "pesados" hasta extremos curiosos. El último de ellos, el Curtiss O-52 Owl (buho) de 1940 era un bicharraco de más de dos toneladas que llevaba un motor radial de 600 HP. Los cazas de sólo unos pocos años anteriores llevaban motores con potencia paarecida.
Incluso con el tren retráctil tipo Grumman el Owl no era muy rápido. Museo de la Fuerza Aérea. Dayton, USA, 2019. |
El buho poco tenía de caza. Aunque era algo más rápido (300 km/h) que sus predecesores, seguía siendo fundamentalmente un chisme para mirar lo que pasaba, no para luchar (aunque estaba armado con dos ametralladoras). Supongo que se debía a esa pasión yanqui por hacer máquinas grandes y potentes.
El Owl llevaba slats de borde de ataque y flaps para tomas y despegues cortos. |
Para cuando entró en servicio estaba decididamente obsoleto. Se usó para esto y para lo otro, incluso se mandaron como ayuda a los rusos, que aunque lo encontraron algo mejor que sus Natachas tampoco les gustó en general.
Piloto y observador iban en la larga cabina acristalada. El primero llevaba un ametralladora fija y en algunas versiones el segundo llevaba un montaje para otra móvil en la parte de atrás. |
Quizá lo más irónico es que los aviones que finalmente usaron los yanquis por miles para tareas de observación durane la guerra fueron avionetas ligeras como la Taylorcraft L-2, Aeronca L-3 y Piper L-4, con motorcitos de 65 HP (¡!).
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