No tengo ni idea de cómo llegó Wolf Hoffmann a construir su motovelero H-36 Dimona, que voló por primera vez en 1981. Tiene la impresionante distinción de ser el antepasado directo de toda la familia de aviones Diamond (¡!). Y de ser el motovelero "de plástico" más fabricado de la historia, con algo más de 900 construidos. El Falke le gana en número total, pero es mucho más viejito y modesto.
No se sabe mucho de Herr Hoffmann, al menos investigando en la red. Diseñó el velero biplaza de escuela Scheibe SF-34/ Centrair SNC-34 Alliance de 1978 (que inicialmente era SF H-34). Como además se le cita como diseñador y constructor del Hoffmann H-38 Observer y de la avioneta ligera Hoffmann H-40, ambos basados en el Dimona H-36, parece que el tipo era un prolífico diseñador, del que realmente me gustaría saber más.
El primer Dimona que vi. Entonces ultramoderno y modelo H-36. Mi amigo F admirando la colección de aviones en un aeródromo de la Selva Negra. Alemania, 1985. |
En todo caso, a principios de los 80 la construcción en fibra de vidrio y resina de poliéster estaba lo suficientemente madura. Hacía años que se construían veleros así y de repente surgió una "explosión" de motoveleros modernos. El primero fue el Grob G109 de 1980, pero pronto siguieron el Hoffman H-36 Dimona también de 1980, el Fournier RF-10 de 1981 y el Valentin Taifun también de 1981. Todos ellos se basaban en la idea del avión autónomo pero con cierta capacidad de vuelo sin motor, para los días malos.
Un H-36 clásico en Varese. Se ve el lago al fondo. Italia, 2022. |
El Dimona, que inició su carrera en Alemania cerca de Munich al parecer nació con la intención de empezar una nueva familia de aviones ligeros. Se construyeron modelos estáticos, el prototipo y dos aviones de serie allí, con una parte de financiación israelí. Comenzar con un motovelero probablemente venía motivado de la familiaridad que debía tener Herr Hoffmann con el diseño del SF-34 y la intención de realizar un "desarrollo incremental", partiendo de algo todavía modesto, pero más moderno que un avión clásico de madera y tela.
A las pocas horas de aterrizar en un largo vuelo desde el sur de Inglaterra. Todavía es G-WENN. Nuestro Dimona se compró a un particular inglés y vino en vuelo en dos etapas desde el sur de Inglaterra, en invierno y con la meteo no ideal. Y no digo más. Lleva un motor Limbach que tiene su idiosincrasia pero es suficiente. |
¿Porqué Dimona? Al parecer porque la idea original era que, dada su financiación del estado judío, se fabricara en... Dimona, en Israel (¡!). Es una ciudad del desierto del Neguev, relacionada con su producción de armas atómicas y supongo que otras cosas. También, y me lo invento todo, es un nombre de niña y puede que Hoffmann, un apellido de origen judío alemán, tuviera querencia por el nombre. Pero esto es pura especulación. El caso es que la conexión con Israel se estropeó y nuestro diseñador fundó una nueva empresa en Austria para producir su motovelero a partir de 1981.
Ese mismo año el avión pasó a ser EC-NKS. También en Santa Cilia. |
El H-36 era un avión moderno. Tenía un ala de perfil laminar, 16 metros de envergadura y llevaba dos personas lado a lado en una amplia cabina con estupenda visibilidad. Incluso con el tren fijo clásico carenado, conseguía un respetable planeo de 1:27, aunque la tasa de mínimo descenso era 0,9 m/s (el peso vacío eran 500 kilos y eso pesa). Las alas se pueden desmontar y poner a ambos lados del fuselaje para no ocupar espacio, pero en la práctica no lo he visto hacer con los aviones que conozco.
Trabajando en el overhaul. Un avión próximo a la "grand visite" suele ser más barato, pero hay que añadir el coste y el lío de hacer la revisión general. Santa Cilia, Huesca, 2022. |
Llevaba un motor Limbach L2000 de supuestos 80 HP (más bien 65 reales) y era una evidente mejora sobre los motoveleros de madera y tela que existían en ese momento, sobre todo en su vertiente de motovelero de viaje. Tenía un crucero de 180 km/h frente a los más modestos 130-140 km/h de sus antecesores de la generación anterior. Pero también era más caro. De hecho, se siguieron construyendo y vendiendo Falkes.
Un Dimona H-36 en Lyon-Corbas. Francia, 2018. |
El caso es que pronto se inició una continua transformación que llega hasta hoy. Hoffmann Flugzeugbaug fabricó los primeros 148 aviones del modelo H-36, pero la producción se paró en 1984. Después se trasnformó en HOAC (Hoffmann Aircraft) en 1985. El propio Herr Hoffmann no duró mucho, le compraron la empresa y se la llevaron a Wiener Neustadt, al sur de Viena.
El HK-36R es más mono. Sobre todo introdujo el motor Rotax. Pero el concepto era el mismo. Schweninngen, Alemania, 2017. |
Con un renacido impulso, en 1987 otro ingeniero llamado Dieter Köhler desarrolló una versión mejorada del avión, que pasó a ser HK-36R Super Dimona. Tenía larguero principal del ala de fibra de carbono, fuselaje modificado y envergadura aumentada a 16,2 o incluso 17,6 metros, introduciendo el decisivo motor Rotax 912. Éste fue el avión que se continuaría fabricando y que después daría lugar a partir de 1991 al Diamond DV-20 Katana (por Dries, el dueño, y Volck, el tercer ingeniero implicado en este avión), después Diamond DA-20 (por Diamond Aircraft).
Arriba y abajo. Dimonas HK-36R, en Constanza y aterrizando en Friedrichshafen. Alemania, 2017. |
Martin Volck fue de hecho el que inició la transformación industrial de la empresa a partir de 1989. Empezaron por un rediseño del motovelero y sobre todo del proceso de producción. A partir de ahí empieza un lío de variantes que en síntesis son TS ("tailsitter" = rueda de cola en alemán) o TC (tren triciclo). Son todas HK36 y sucesivamente se llamaron HK36TS, HK36TC, HK-36TTS, y HK-36TTC. Hay otras versiones experimentales (de vigilancia, eléctricas...) y recibieron diversos nombres comerciales según dónde se vendían. Fueron montando versiones más modernas del Rotax, incluidas versiones 914 turbo de 115 HP, capaces de remolcar veleros.
Diamond, el nuevo nombre de la empresa a partir de 1996, con el tiempo fue diversificando y ampliando su producción a aviones de motor, cada vez más sofisticados. Incluyendo bimotores, helicópteros, aviones sin piloto, proyectos de reactores y una línea propia de motores diésel aeronáuticos. Establecieron una fábrica en Canadá y después en China. Pasaron por diversas manos, hasta los actuales dueños chinos. Parece que ya no se fabrican los motoveleros Dimona desde 2019. En su página Web ni siquiera aparecen, salvo una referencia histórica. Es un poco una pena.
PH-1114. Me gusta el avión en el aire. En varios viajes que hicimos en 2013. |
¿Y cómo es el Dimona? En general son aviones que consiguen "poner coloradas" a las clásicas avionetas de entrenamiento biplazas yanquis. Como avión de motor, pueden volar a 160-190 km/h en crucero, según versiones, con alcances de 800-900 kilómetros. Con menos potencia, menos consumo y con la seguridad adicional de planear muchísimo más. Como motoveleros, tienen la capacidad real de volar sin motor, con un planeo de veintimuchos. Aunque no son evidentemente como un monoplaza de 15 metros. Pero se defienden.
Prevuelo con calorcito. Lérida, 2014. |
Realmente pienso que están muy bien. Y además he tenido la oportunidad de conocer de cerca uno, incluyendo volar en él varias veces, gracias a la gentileza de mi amigo A. Era, en su momento, y lo digo porque ya no lo tiene, un modelo HK-36TC de tren triciclo, con 16,5 metros de envergadura y winglets.
Con el tren fijo y sin flaps es algo menos sofisticado que un Taifun, pero claramente más rápido y moderno que un Falke. Como motovelero de viaje está conseguido: es cómodo, rápido y capaz de meterse en pistas de 400 metros. Como velero probablemente haya que adaptarse a él. Tiene una hélice de 3 posiciones Hoffmann (parece que nada ver con el diseñador original). Apenas lo he probado así, pero lo evidente es que es más rápido que los veleros modernos y aunque el planeo es bueno no se va cómodo en las térmicas más pequeñas y estrechas.
Super Dimonas en Constanza. Arriba, un HK-36 R da una pasada antes de aterrizar. Centro, un HK-36 TC. Abajo, un HK-36 TTC. Alemania, 2018. |
Creo que preferiría un Falke con motor Rotax como avión todo terreno de Club, incluyendo enseñanza básica y de campo a través. Pero siendo claros, también me gustaría un Dimona como avión personal de viaje. ¿Y por qué no tengo uno, dirán Vds? Pues... porque cuestan una pasta, claro.
Superdimonas HK-36 TTC en Friedrichshafen. Arriba, al lado de un Stemme S-10 se ve la diferencia en planteamiento con un súper-motovelero. Centro, un avión suizo de visita. Abajo, un remolcador de veleros alemán muestra el gancho bajo la cola. Alemania, 2018. |
De hecho, tenemos un Dimona en el Club, que como pasa en otros muchos clubes no sólo es favorito de los días malos para el vuelo a vela, sino que en general está siempre volando. Será porque los motoveleros molan. Claro que sí. Lo llevo diciendo toda mi vida aeronáutica.
Este HK-36 TTC se dedicaba a remolcar veleros en Fayence (Francia) en 2006. |
Por su parte, las versiones turbo son capaces sobre el papel de remolcar veleros de hasta 750 kilos de peso máximo al despegue (un Duo Discus por ejemplo pesa 700). Pero no todo el mundo está contento con las prestaciones y en muchos sitios prefieren remolcar con avionetas clásicas como una Robin. En otros no. La verdad es que no lo sé. Nunca me han remolcado con menos de 160 HP. A lo mejor me estoy perdiendo algo diferente.
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