Este cacharro me parece curiosísimo. Es uno de los primeros coches - avión, es decir, está pensado
para funcionar tanto como coche por una
carretera como para volar.
Además tiene una configuración aerodinámica
muy original. Y por último su historia es interesante.
El Arrowbile en el Museo del Aire y del Espacio. Washington, USA, 2015.
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El Arrowbile
voló por primera vez en 1937 y es de los primeros, si no el primero, de
los coches - avión. Por lo menos hasta cierto punto.
Había que poner y quitar las alas, y hacer otras operaciones para pasar de una
configuración a otra. Vamos, que no era
apretar un botón. Y además las alas no viajaban con el coche. Pero para la
época se hizo un gran esfuerzo para que funcionara bien en las dos faenas.
Como avión, el Arrowbile es un ala volante que tiene elevones y
timones de dirección en los extremos alares. Estaba pensado para tener sólo dos controles: el volante servía
para ambos, tirando/empujando actuaba como profundidad y girando como alabeo y
dirección a la vez (y para girar en modo coche, claro).
Y además parece que no
volaba mal. El volante realmente servía para hacer giros coordinados y
el avión era prácticamente imposible de
meter en pérdida o barrena. Lo cual no quiere decir que fuera inmune a
todo. Tres Arrowbiles fueron volando de California a Cleveland en 1937 (unos
4.000 km) y uno hizo un aterrizaje forzoso que lo dejó bastante maltrecho.
Sobre todo, no merecía la pena. Por 3.000 dolores
de 1937, que era lo que pedían, te podías comprar una avioneta y también un coche estupendo (por ejemplo,
una Piper J-2 Cub
por 1.500$, más un Ford V8 por unos 1.000$, y te sobraba mucha pasta). Waterman
sólo hizo cinco unidades.
No deja de sorprenderme que sigue
habiendo mucha gente empeñada en hacer un coche - avión todavía hoy.
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